Este año, como el anterior, los chicos de 6º se quedaron sin viaje de fin de curso por la pandemia, lógico y normal. Aún así, los llevaron a una excursión muy chula y que cumplía con las normas de seguridad y de salud a una lugar de tirolinas. El niño volvió encantado con su experiencia de irse por las ramas, en un sentido literal.
Pero, aún así, los padres que solemos quedar en el parque no queríamos que se quedaran sin la experiencia del viaje, así que organizamos un fin de semana en una casa rural. La verdad es que con todo lo que han estudiado y lo que se han esforzado se lo merecían. Ha sido un año de muy pocas actividades y sí de muchos codos.
Así que lo organizamos todo y nos dimos el salto a una casa rural ubicada en el maravilloso entorno de la Sierra de Gredos. La verdad es que, para mí, lo mejor que tenía la casa eran las impresionantes vistas. Y el jardincito. ¡Menudo lujo! La piscina no era muy grande, pero los niños la disfrutaron a tope. Y la gran mesa bajo la pérgola ha sido testigo de muchos juegos y comilonas. Perfecto para los tiempos que corren en los que es es mucho más seguro hacer vida de exterior.
La casa se llama
Hoyo de los lobos y está en el pueblo Hoyocasero. La ubicación es ideal porque sin necesidad de coger coche tienes unas rutas preciosas para senderismo y un pueblo al lado con una supermercado, farmacia y una interesante pastelería.
También tenían una gymkana para que los peques hicieran un búsqueda del tesoro, pero, la verdad es que tan poco tiempo y con tantos planes en la maleta no dio tiempo.
Los chiquillos, en realidad, prefirieron jugar en la piscina, montarse sus guerras de pistolas de agua, tontear con los globos gigantes que les llevamos, darse sus vueltas por el pueblo sin adultos y echar sus partidas a juegos de mesas. ¡Ah! y trasnochar con larguísimas charlas y risas.
Los adultos, apostamos por dar paseos por la naturaleza, medir nuestras fuerzas en juegos de mesa y disfrutar de la barbacoa y la buena charla. Porque en el jardín había una barbacoa de la que hicimos buen uso. Fue la fiesta de la carne.
El viernes por la noche, los peques se convirtieron en investigadores y los adultos en zombi para jugar una nueva aventura de Misterios de Arkham; y el sábado por la noche los adultos fuimos a una sesión de espiritismo a la Mansión de Cthulhu que terminó en asesinato y tragedia (en realidad en muchas risas y diversión), pero todo esto ya os lo contaré en otros posts.
Otro puntazo de este finde es que decidimos dejar las pantallas offline, excepto para hacer fotos o para mirar la mensajería del móvil (sobre todo la del grupo de los que fuimos al viaje). Todo un éxito y nadie lo echó de menos.
Se nos hizo muy corto, la verdad. Fue muy divertido a la par que agotador. La noche del domingo caímos todos como troncos al segundo de meternos en la cama.
Yo conozco más la zona de Arenas de San Pedro, que está muy cerquita y hay muchas cosas para ver y para disfrutar.
ResponderEliminar¡Buena semana!
La verdad es que la zona es preciosa y tenemos que volver. No dio tiempo a casi nada, pero lo que vimos nos pareció impresionante!!
EliminarQué buen plan. Un beso
ResponderEliminarSíiii. Salió mejor de lo que pensábamos y así tienen la experiencia del viaje de fin de curso. Nos daba penilla que se quedaran sin ella.
Eliminarq guay! q buena pinta. q paisaje!!!! fantástico. Me alegro que lo disfrutéis, y los "peques" (ya no son tan peques, jejeje) también!!!!
ResponderEliminarPues yo pensaba que ellos lo iban a disfrutar más que nosotros, pero al final lo disfrutamos igual. Nos pareció un planazo!!!
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