Un día que llevé a los niños al parque, Iván encontró un juguete de lo más interesante en el arenero. La mamá (o el papá) de un bebé había unido dos cucharas de las que te vienen en lo botes de la leche de fórmula con celo y dentro había puesto algún cachivache para que sonara. Mi peque se pasó toda la tarde agitando el sonajero casero. Tanto le gustó que me decidí a hacerle uno, aunque cuando juegue con él tengo que vigilarle, no vaya a ser que lo rompa y se coma la piedra que metí dentro.
El primer día fue un éxito total, pero el segundo día que se ofrecí lo tiró lejos y ya no lo ha vuelto a usar. ¡Qué rápido se ha cansado! Menos mal que no me llevó nada de tiempo hacerlo. En unos días se lo volveré a ofrecer a ver si lo coge de nuevo con ganas.
Què gracia!
ResponderEliminarLo bueno es que si lo haces con él, puede entender por qué suena!
Es verdad! No lo había pensado. Estás en todo
EliminarImaginación al poder!
ResponderEliminar¡Que nunca falte!
EliminarOriginal sí que es! eso sí, cuando tu peque juegue con el no dejes de estar "al quite"
ResponderEliminarQué mayores están! ya mismo están los dos iguales
Sólo se lo doy en el parque que no le quito el ojo de encima. Me da miedo que se rompa y se coma la piedra de dentro. Es grandecita, pero no me fío...
EliminarMe alegro de verte otra vez por aquí. La pequeña Jirafa tiene que estar preciosa y muy mayor.
que original, casero y barato! Tranquila mi hija es igual los juguetes le hacen gracia el 1ºdía después al rato los tiene tirados!
ResponderEliminarJajaja. Se cansan enseguida. Cómo son.
EliminarHay que ver el ingenio que tiene la gente... Pena que la gracieta le duró poco a Iván pero seguro que un día de estos lo retoma. Besotes!!!
ResponderEliminar¡Y tanto! Y con los bebés nunca se sabe jeje
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