domingo, 28 de julio de 2013

Iván quiere ser el señor Potato

El otro día les puse a los pequeños Toy Story en la tele para ganar un rato para mí y avanzar algo en las tareas del hogar. Daniel tardó sólo diez minutos en venir a buscarme. "Quiero al señor Potato, mamiiiiiii". Se lo saqué y ahí empezó la guerra y el fin del "tiempo para mí". Me tuve que llevar a Iván del salón y dedicarme en exclusiva a entretenerle para que el mayor pudiera jugar a gusto con el juguete en cuestión sin que su hermano pequeño le sacara los ojos. Fue imposible que jugaran juntos.

Muuuuucho después, cuando Daniel se cansó de poner y quitar partes de la cara, le tocó el turno a Iván. Le encantó. Tanto que se empeñó en ponerse él los accesorios. Estaba tan gracioso que no pude evitar sacarle unas cuantas fotos. También se pasó un buen rato con el tubérculo. A partir de ese día me lo han pedido muchas veces. E, incluso, han logrado jugar juntos poniendo y quitando las piezas y formando horrorosos monstruos con ojos en las orejas, nariz en el pelo, legua en la nariz, etc.

La verdad que es el típico juguete que lleva años entreteniendo a los niños pequeños con mucho éxito.

4 comentarios:

  1. Jajaja. Qué gracioso está... La verdad es que nunca tuve un Mr. Potato... Ahora quiero uno. Jajaja. Besotes!!!

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    1. Yo tampoco tuve uno, pero me lo recomendaron tan bien con Daniel que acabó cayendo. Y no veas lo que han jugado los dos con él. Valió la pena el dinero que inviertes en él.

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  2. y que lo digas, Mr Potato es un clásico de los juguetes, y la verdad es que muy util para cuand los peuqes están reconociendo las partes de su cuerpo.

    Un besete

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    1. Cierto. Es increíble que con lo sencillo que es les fascine tanto. A lo mejor por eso mismo :D

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