Un día Daniel salió entusiasmado del cole. "¡Tengo unas sorpresaaaaa!", exclamó mientras me tiraba la mochila y corría a reunirse con sus amigos. Más tarde en clase me enseñó la sorpresa. Había hecho un juego de mesa el solito. "No tiene nombre, pero estaba pensando algo así como el juego de la carne", me comentó muy emocionado. Me pidió botones de colores y dado para poder comenzar a jugar.
Las reglas son las siguientes: hay que tirar el dado y avanzar. Si caes en alguna casilla de color verde tienes que intentar cortar la carne con el cuchillito de papel sin que se doble y sin torcerte. Cada vez que consigas el corte perfecto tienes un punto. Cuando llegas al final del recorrido tienes cuatro intentos y vuelves a empezar. En un principio había que llegar a cinco puntos, pero luego se inventó una modalidad de partida más larga con diez puntos.
Me encanta la imaginación que tiene y lo que puede llegar a inventar con sólo papel y lápices. Cómo se nota que últimamente jugamos mucho a juegos de mesa jajaja
Jajajaja. Qué gracia... Aunque debería inventarse uno de hacer churros.
ResponderEliminarBesotes!!!
Se lo propondré jajaja
EliminarEso si que es creatividad, increible un juego genial y además con sus reglas bien establecidas y todo, es total tu peque.
ResponderEliminarMuchas graciaaas
EliminarBabas babas babas
Ya sabes que para mí todo lo que hacen es un tesoro jajaja