viernes, 23 de diciembre de 2022

Alora, la trampa para coches

Al finalizar la visita de El Caminito del Rey encontramos por todos lados carteles de un pueblo llamado Alora y decidimos acercarnos para ver si era tan bonito como en las fotos. Los niños no estaban nada convencidos porque clamaban por volver al Camping a descansar. No nos aguantan nada.

Pero como los padres a veces somos unos tiranos de cuidado, acabamos acercándonos. Sí que era bonito con todas esas casitas blancas. Nos bajamos del coche a las afueras y dimos un agradable paseo. Estaba de fiestas, así que nuestra idea de comer allí se fue al traste. ¡Estaba todo lleno! Pero, por otro lado, disfrutamos de muy buen ambiente.

Viendo el panorama decidimos dar una paseo corto por la población, ver el castillo (construido por los árabes, durante la Edad Media) y comer en el camping tranquilamente.

Para ahorrar tiempo nos subimos al coche y pusimos rumbo al castillo, que estaba, como el lógico, en la zona más alta del pueblo. Craso error. Pronto descubrimos que las estrechas, angostas e imposibles calles interiores eran una trampa mortal para los coches. Para más inri, la gente aparcaba en los lugares más inconvenientes, obstaculizando el paso hasta lo ridículo.

Logramos el objetivo de llegar al castillo, visitarlo alegremente y volver a salir del pueblo, pero me temo que el coche se llevó unos cuantos arañazos y algunos impactos en los bajos en el proceso.

El pueblo era bonito y alegre, pero la experiencia final acabó siendo un poco estresante.












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