miércoles, 14 de diciembre de 2022

Cuento de Navidad

Estábamos volviendo del azaroso viaje a Málaga cuando me llegó una notificación al móvil: ¡Había ganado cuatro entradas para la obra de teatro musical Cuento de Navidad en un sorteo de Family Time! Esta historia de Dickens es todo un clásico imprescindible de estas fiestas. Ya ni recuerdo las versiones  cinematográficas que he visto. Y también he leído el relato, cuya lectura recomiendo. De hecho, lo podéis encontrar gratis por internet, como esta versión que os dejo aquí.

¡Qué subidón me dio! Nada más navideño que esto no se me ocurre. Informé encantada a la familia del planazo que nos esperaba al día siguiente y me encontré sin mucha sorpresa con la resistencia del mayor. Está de un raro...

Intenté convencerlo buscando información sobre la obra, poniéndole un vídeo de un fragmento que encontré en una web, alegando que cuando se negó a ver al mago Yunke se lo había pasado bomba... Pero de nada sirvió. Se aferró al trato que habíamos hecho en el que este tipo de eventos eran voluntarios y no hubo manera de convencerlo. Peor para él.

Buscamos con urgencia un sustituto para su entrada, pero al ser sólo una y con tan poco tiempo de antelación no lo logramos. Total, que al final nos fuimos únicamente los tres a disfrutar de la obra. ¡Y tanto que la disfrutamos! Y a Daniel le hubiera encantado. Porque no era como otras veces, una obra infantil adaptada para que fuera entretenida también para mayores, sino al contrario, una obra de adultos adaptadas al público familiar. Y eso marca la diferencia, porque es una obra a la que puedes ir con los niños, ¡pero también sin niños! Porque mola un montón tengas la edad que tengas.

Le han dado un toque de humor magnífico, que, mezclado con el drama inherente a esta navideña historia de fantasmas, te mantiene con una sonrisa y una lagrimita, entre la emoción y la risa, casi todo el tiempo. Además, el toque musical le da mayor potencia a la historia. La verdad es que los actores tienen unas voces maravillosas. E interpretan a sus personajes muy bien. Incluso los niños están espectaculares en el escenario. 

Los fantasmas son graciosísimos. Supongo que intentando quitarles hierro para que no asustaran al público más pequeño. Excepto el del futuro, claro. Que no es tan tétrico como nos lo han presentado en otras versiones, pero conserva su aire solemne y serio. ¡Y no es para menos!

Salimos del teatro tarareando villancicos y comentando la obra con gran entusiasmo. Desde luego es una propuesta perfecta para vivir con más intensidad estas Navidades.


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