jueves, 28 de febrero de 2013

Una fina capa de nieve

El miércoles nos levantamos como todos los días. Llevamos a cabo la rutina con normalidad, pero en cuanto bajamos al portal nos dimos de bruces con la realidad. "Mamá, ¡está nevando!" exclamó el mayor entusiasmado. "Gu guuuuu daaaaa" le apoyó el bebé señalando a todos lados cómo un loco. Él en su burbujita estaba libre de las inclemencias del tiempo, pero daba botes en su asiento como un loco cada vez que un copo se posaba dentro de su área de visión.

Menos mal que el colegio de Daniel está muy cerca de casa porque no iba preparado para la ventisca que se estaba formando. Mi niño formaba un cuenco con sus manitas con la esperanza de atrapar algún copo de nieve por el camino.

Me despedí de mi primogénito con un fugaz beso y me lancé a la carrera hacia la guardería. Aunque el peque fuera tan a gusto con su plástico hacía un frío que pelaba y cada vez caía más y más nieve. Al final llegué a casa empapada.

Desde la ventana se veía cómo un fina capa de nieve iba recubriendo el suelo lentamente. Si la cosa seguía así habría que hacer una paradita corta en el parque esa tarde para que los chiquitines disfrutaran del inusual paisaje. Aunque luego se tendrían que conformar con verla caer desde la ventana porque no quiero arriesgarme a más refriados.

Tristemente, la poquita nieve que cuajó se deshizo enseguida. En cuanto los copos se convirtieron en gotas de lluvia. Hoy tocaba tarde en casa sin más.

Cuando fui a recoger a los chiquitines, mi hijo mayor me contó emocionado cómo les habían dejado salir al patio para jugar con la nieve. Él se dedicó a tirar bolas a sus amigos, aunque a estos no les hizo ninguna gracia el jueguecito. Debió ser todo una acontecimiento, porque nunca me cuenta nada y esto me lo soltó sin que yo le preguntara.

A pesar del mal tiempo se notaba que no le apetecía nada volver a encerrarse en casa otra tarde más, así que se me ocurrió invitar a unos amiguitos del cole (mas bien a sus madres) a merendar en casa. No se lo pensaron dos veces y en cuestión de minutos teníamos una guardería montada en el cuarto de juegos (Bendito cuarto de juegos).

Los niños se portaron genial y casi no se oyeron lloros ni peleas. Todos estaba encantados con el plan. Y a la hora de irse se hicieron los remolones. Para mí eso es señal de que se lo han pasado bien.

Hoy, tenemos una mezcla de nieve y lluvia que me hace pronosticar tarde tranquilita en casa.

18 comentarios:

  1. Seguro que sí se lo pasaron genial!! La nieve suele ser una novedad para ellos. Que bien que les dejaran salir al patio a jugar. Un buen abrigo y ¡a pasarlo bien!
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Desde luego, aunque hubo padres que protestaron por si sus hijos se cogían un resfriado. Nunca se sabe cómo acertar...

      Eliminar
  2. seguro que lo pasasteis super bien! yo quiero llevar ami peque a la nieve pero creo que todavía es muy pequeña!besazos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo también lo creo. Cuando llevamos a la nieve a los niños estas navidades Daniel lo pasó genial, pero Iván creo que hasta se angustió con tanto resbalón.

      Eliminar
  3. Aquí fue el lunes y martes y aunque en la ciudad cayó bastante poco a cualquier pueblo a unos 15 km la nieve era considerable. Muy divertido para los niños pero nada práctico para los demás jejeej

    ResponderEliminar
  4. La nieve nos sorprende a los mayores igual que a los niños, qué curioso, no? Bss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me hubiera encantado jugar con ellos en el parque aunque fuera con poca nieve, pero en el camino de regreso de la guardería a casa me estaba acordando de todos los antepasados de los copitos...

      Eliminar
  5. jijijijiji como me suenan esas merendolas........jiji!! con estos fríos...dónde vamos si no??????? hoy...diluvia...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A una casita calentita. Di que sí. Café, un bizccho y los niños controlados al cien por cien jaja

      Eliminar
  6. Merendola en casa, qué buen plan!
    Aquí nevó un poquito el finde y Peque hizo un mini muñeco de nieve, jejeje...Disfrutan un montón...
    Muas!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Debía estar emocionado con su muñeco de nieve. Todavía recuerdo el minimuñeco que hicimos mis hermanos y yo un año extraordinario en el que nevó en la cumbre de Gran Canaria. Fue una experiencia única. Y eso que era más bien escarcha.

      Eliminar
  7. hola de nuevo,que bien y que ilusión la nieve aunque haga frío a los peques no les importa y más aún en casa con sus amiguitos,
    besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola guapa. Que bien verte de nuevo por la blogosfera. ¡Te has hecho de rogar! jaja

      Eliminar
  8. Si, qué poquito duró qué pena!! Me imagino las caras. Tenía que estar emocionado! Jajaja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los dos alucinaban jaja. Y eso que estas navidades los llevamos a Cotos.

      Eliminar
  9. ¿Tuvieron hasta para tirarse bolas? Pues por mi zona no cuajó nada de nada (por suerte para mí porque, al contrario que a la mayoría de la gente, no me gusta nada la nieve...) Besotes!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, ya me gustaría ver las bolas que tiraron, seguro que era mitad nieve mitad tierra jaja

      Eliminar

Me encanta saber lo que piensas.