Imagen cogida de la web de la compañía de teatro Tropos |
Poco después de llegar al cole, los peques fueron al gimnasio y allí se encontraron con Picozapato, un ave con el pico en forma de zapato, como su propio nombre indica, que vive feliz en su laguna. De repente un día, se despierta y se encuentra en un lugar desconocido. Ha sido capturado y tiene que intentar escapar.
Todo esto me lo contó el peque con más o menos detalles, pero cuando le pregunté si Picozapato lograba al fin llegar a su hogar de nuevo me contestó "No sé". "¿Te perdiste el final de la obra? le interrogué. "Noooooo" contestó indignado, "La vi tooooda, tooooda. Es que no me acuerdo". Habrá que suponer el final feliz de la historia, porque no he conseguido que se acuerde del destino de tan entrañable protagonista.
Pues no te creas, que yo no soy niña y hay muchas veces en que no recuerdo cómo terminan las películas. Será que hay veces que interesa más la historia que el desenlace. Besotes!!!
ResponderEliminarAhora que lo diceeeees... Pues es cierto que a veces olvido el final de las pelis. Ups! Y yo pensando que era desinterés.
Eliminar