Durante el fin de semana organizaron actividades para niños a cargo de las cabañas. De once a una los papás dejaban a sus churumbeles con los monitores y tenían dos horas para dedicarse a ellos mismos. ¿Y qué hice yo? Pues quedarme al pie del cañón por si mi niño mayor me necesitaba. ¿Y me necesito? ¡Nooooooo! Se lo pasó pipa jugando al pilla pilla en el castillo hinchable, con el concurso de "a ver quien se tira de la forma más loca por el tobogán", con la sesión de globoflexia, con el pintacaras... Hasta Iván se animó a unirse al grupo de vez en cuando. Había que verle perseguir a los monitores cargado de pelotas y una pala de pin pon, dando saltitos y gritos de emoción. Y los chicos jugaban con él y le incluían en las actividades encantados.
El último día recogimos todo y le dijimos adiós a las gallinas, a los conejos, a los columpios, a las camas elásticas... Mi chiquitines se metieron en al coche muy tristes y se durmieron casi al instante con tanto cansancio acumulado.
Esta vez el viaje fue estupendo. Tardamos las tres horas programadas en plantarnos en Madrid y nos dio tiempo a recoger maletas, organizar y poner alguna lavadora.
Lo primero que hizo Iván al llegar a casa fue subirse al sofá y saltar como un loco. Echaba de menos los castillos hinchables. Daniel fue más práctico y se fue a saludar a sus juguetes porque hacía mucho que no los veía.
Lo peor llegó el lunes. Los dos se levantaron con una tremenda depresión postvacacional y no quería ni oír hablar de ir al cole. Se pasaron toda la mañana llorando. La profesora de Daniel tuvo que meterlo a volandas en clase porque se había aferrado a mi pierna y no había manera de despegarlo. Iván tampoco me lo puso fácil. Hasta ayer no había quien tratara con ellos. Están irritables, extremadamente mimosos, llorones, protestones, perretosos... Con decir que les he amenazado con no ir nunca más a un sitio chulo de vacaciones para que no les vuelva a pasar esto...
Menos mal que esta mañana Daniel tenía otra cara. Se levantó de un salto de la cama al grito de "¡Hoy me toca ser el encargado de clase! Corre mami, hay que ir al cole". Hemos llegado prontísimo y, cuando ha sonado el timbre, se ha metido corriendo en su clase con una sonrisa de oreja a oreja.
Su hermano no tenía ninguna motivación y me la ha vuelto a montar cuando le he dejado con sus compañeros. Espero que se les vaya pasando la tristeza por haber tenido que volver a la rutina. Una amiga mía me recriminó en broma "¡Claro! Les sacas del paraíso y ¿que te esperas? ¿Que te lo agradezcan?"
Me imagino a Ivan saltando por el sofa, que gracioso! A mi tambien me costaria si fuera ellos volver al cole y a la rutina, tu amiga tiene razon jajajaa, supongo que a ti tambien te habra costado despues de tenerlos bien entreranidos!
ResponderEliminarY tanto!!! He pasado de tener niños felices a niños tremendamente desgraciados adictos a la diversión sin fin :(
EliminarQué bien se lo han pasado! joo la vuelta a la rutina es que es dura para todos jeje.
ResponderEliminarBesosss
Sí que es dura, pero me temo que para estos dos ha sido traumática :S
EliminarSi tenemos depresión postvacacional nosotros... ¡Cuanto mas los niños!! Jajaja. Un castillo inflable no se puede comparar con ir al cole... Un besazooo guapa
ResponderEliminarYo creo que ellos más. Recuerdo la angustia que me producía el final del verano cuando era pequeña. Incluso los domingos por las noches eran un pequeño drama para mí :(
EliminarQue gracia, a mi me pasaba lo mismo los Domingos por la tarde noche, que bajonazo...(jeje y todavia me pasa...)
ResponderEliminarLo de tus peques se les pasara pronto...piensa que es señal de que se lo han pasado superbien.
Ademas en dos dias ya estan ahi las vacaciones de verano!
El otro día me montó una muy gorda el mayor porque se empeñó en que después del viernes venían las vacaciones de verano. Sight! Están cerca ¡pero no tanto!
EliminarEs que los domingos por la noche son cómo los días de invierno que anochece pronto jejeje
No sabia que a los peques les costaba tanto como a nosotros la reincorporacion, pero tiene todo el sentido. Sobre todo despues de haberselo pasado tan bien. Me alegro que lo disfrutarais tanto al menos y que poco a poco se hayan hecho a la vuelta. Un beso
ResponderEliminarDaniel está que no vive porque llegue el verano. Septiembre va a ser una catástrofe para él :S
EliminarLa verdad es que lo pasamos genial y nos apenó a todos volver.
JAJAJA POBRES... SI ES QUE ES NORMAL...
ResponderEliminarPERO UNA COSA, NO LES AMENACES CON ALGO QUE SABES QUE NO VAS A HACER.. JAJAJA
Que razón tienes, pero es que cuando me sacan de mis casillas no soy yo la que habla :S
EliminarLas fotos lo dicen todo, como para no pasárselo de rechupete saltando y saltando!! :)
ResponderEliminarBesotes!
Incluso yo no pude resistirme a dar unos botecitos en ese enoooorme castillo hinchable jejeje
Eliminarjaja pobres tus peques y mami :)
ResponderEliminarEs que entre castillos hinchables, camas elasticas y demas y cole la eleccion no es muy dificil. Yo tampoco querría volver :)
saludos y espero que se les pase pronto
Deberían poner un castillo hinchable en el cole. Seguro que era un éxito seguro :D
EliminarPues si sería toda una inversion :) O una cama elastica, yo con 26 años me encantan jaja me encanta ir a casa de mi vecina con los niños a saltar en su cama elastica, y soy la primera en meterme de cabeza
EliminarEs que los coles no estan pensados para la diversion jaja
Ojalá mi vecina tuviera también una cama elástica jajaja. Yo también soy de las que disfrutan dando brincos como una niña más :D
EliminarAunque yo tengo diez años más que tú y luego mis huesitos lo notan :S
Yo igual que tú, también me hubiera quedado por si me necesitaba, ja ja
ResponderEliminarEspero que pronto vuelvan a la normalidad!
Es que, a veces, nos resulta más difícil a las madres separarnos que a los niños.
EliminarGracias!!
Pues yo estoy igual que tus nenes. La semana pasada estuve de vacaciones y creo que ya necesito otras... Besotes!!!
ResponderEliminarJajaja ¿Y estás irritable e inaguantable? No creo :D
Eliminar