Un día en el que las temperaturas descendieron más de lo aconsejable para darse un remojón buscamos una actividad alternativa que pudiera entretener a los pequeños. le dimos a elegir entre ir a los columpios o caminar entre los señoriales panteones del cementerio de Elda.
Ni que decir que las tumbas ganaron por goleada. Daniel estaba entusiasmado con el plan y contagió a su hermano enseguida. Casi se queda sin la excursión porque, justo ese día, me dio por tomarle un poco la lección y hacer que juntara letras para hacer sílabas sencillas. Cuando le pedía que me dijera la eme con la a, como mamá, o la pe con la e, como pepe, y aún así se quedaba mirándome con cara de poker sin responder nada, empecé a tener la sensación de que me tomaba el pelo y me enfadé tanto que le amenacé con llevarle directo al parque sin ver ni una lápida. Al final, con muchísimo esfuerzo, logré que me dijera una y se salvó su día.
El camino fue largo, pero los peques estaban motivados y lo hicieron casi sin quejarse. A la entrada del recinto figuran dos poesías talladas en piedra de El Cirílico. Mi madre nos contó que era un indigente poeta al que sus obras orales le valieron la inmortalidad en esa dos losas. Se las leí a mis dos niños que parecían escucharme con atención.
En cuanto terminé salieron escopetados al interior como si hubieran dado una señal de salida en una carrera. Enseguida empezaron las preguntas de si allí vivían zombis, de lo que ponía en las losas, de por qué les hacían esas casas tan chulas a los muertos... Y algunas otras no tan fáciles de contestar.
Los chiquillos curioseaban alegremente, pero se empezaron a descontrolar muy rápido. por mucho que les pidiéramos una y otra vez que permanecieran en el camino, no podían evitar saltar de tumba en tumba con muy poco respeto para gran vergüenza y creciente enfado de sus progenitores, que acabaron por sacarlos de allí antes de lo previsto con grandes protestas por parte de los peques.
Se quedaron con las ganas de usar las regaderas que colgaban de ganchos cada pocos metros para facilitar el cuidado de las flores a los familiares, pero es que nos parecía mal regar las plantas de gente que no conocíamos. Y tampoco queríamos que montaran una fiesta en un lugar de descanso por excelencia.
Conclusión: ellos se lo pasaron pipa, pero no cabe duda de que fue una mala decisión. Son demasiado pequeños.
En la Avenida Icaria (Barcelona) hay un cementerio muy interesante por sus panteones modernistas. También se puede visitar la tumba de "El Santet", al que gentes de todas las procedencias piden favores, pues dice la tradición que hace milagros.
ResponderEliminarMe lo apunto para ir a verlo si nos vamos para allá. Que Daniel sigue obsesionado por ir a la ciudad condal jajaja
EliminarUna excursión diferente, sin duda.
ResponderEliminarA mi es que estos sitios me dan muy mal royo... así que dudo que planeemos nunca ninguna así jejeje
Lo cierto es que este es muy bonito con sus estatuas y flores, pero no deja de dar mal rollo. En eso tienes toda la razón. Pero estos chiquillos con la obsesión que tiene con los zombis estaban encantados
EliminarEn Lisboa hay un cementerio muy conocido y fuimos a pasear por allí.
ResponderEliminarSon escenarios diferentes que merece la pena "investigar" con los peques.
lo malo es eso, q tú tienes una idea y ellos se comportan completamente diferente.
besos
Es verdad que los chiquillos siempre nos sorprenden jajaja
EliminarMe apunto le cementerio que dices. Cuando fuimos a Lisboa no se nos ocurrió visitar un cementerio. Habrá que volver :D
Hay cementerios que merece la pena ser visitados pero tienes razón, de momento son muy pequeños y no tienen mucha consciencia sobre cómo hay que portarse en un sitio así. Un besote!!!
ResponderEliminarMejor esperar a que sean mayores. Lo que pasa es que andan obsesionados con los personajes de miedo :S
Eliminarq guay! me alegro d q los peques disfrutaran! q originales sois!!! nos encanta!!! :)
ResponderEliminarSí que lo pasaron bien jajaja
EliminarNunca se sabe o que les puede hacer gracia ;)
Nosotros somos muy fans de visitar cementerios, y si son antiguos mejor!
ResponderEliminarLa verdad es que los hay preciosos. Nosotros vimos uno en París que era increíble...
EliminarEs un poco tétrica la excursión, pero oye para gustos los colores, si a los peques les gustó genial!!! desde luego original es un rato jajaja esto me recuerda que en un viaje que hice a Praga y Viena nos levaron de excusion al cementerio también.
ResponderEliminarMuy tétrica, pero ya sabes los gustos de mis chicos ultimamente: monstruos, zombis, aliens, fantasmas.... Sight
EliminarDe todas formas, hay cementerios increíbles que vale la pena ver