La primera sorpresa que nos llevamos en el vuelo Las Palmas de Gran Canaria Madrid, fue cuando el piloto oyó a Daniel pedir una galleta al azafato y le llamó para que entrara en la cabina. Ni corta ni perezosa empujé a Iván tras él para que no se quedara sin vivir la experiencia. Como les acompañaba su padre, ya me pareció multitud entrar yo también y les esperé metida en el pasillito de una asiento de primera para dejar pasar.
Debió de ser una experiencia emocionante para ellos porque, según me contó Iván primero y Raúl después, el piloto invitó a mis pequeños a tocar todos los botones que quisieran. ¡Qué miedo! Y claro, lo disfrutaron a tope.
La segunda sorpresa fue que el padre se presentó voluntario para sentarse entre las dos fieras mientras yo ocupaba el asiento separado por el pasillo. Es el viaje más tranquilo que he realizado en años. Y eso que estaba muy atenta para echar una mano cuando me necesitasen y reñir a los niños por conductas inapropiadas (dichosas patadas), pero no es lo mismo que estar en el centro del huracán.
Al final hasta me aburrí, porque no sabía que iba a ocuparse Raúl de los niños y no me levé nada para entretenerme asumiendo que los peques me iban a tener más que ocupada.
Tras tomar tierra sin complicaciones, recoger la maleta que tardó una eternidad en salir y llegar a casa nos dieron las doce de la noche y mis hijos con ganas de juerga. Les metimos en sus camas a la fuerza y no tardaron en caer.
Pero a Raúl todavía el quedaba hacer su maleta. Al día siguiente se iba a Málaga a una convención de juegos de mesa o algo así. Son sus vacaciones "de soltero". Quería que fuéramos todos, pero me parecía una paliza innecesaria para los peques. Nosotros nos hemos quedado el fin de semana en Madrid, descansando un poco hasta que llegue de nuevo papá y pongamos rumbo a Elda.
madre mía... no habéis parado entonces nada !!!!
ResponderEliminarjejejejeje.
esa son unas geniales vacaciones. me alegro por vostros, de veras.
Demasiado activas!!! Mi tres chicos encantados porque son unos todoterrenos, pero a mí me tiene agotaita jajaja
EliminarMuchas gracias!! Besazos!!
A mí de pequeña también me dejaron entrar a la cabina una vez!!! Es una experiencia inolvidable, te lo aseguro. Un besote!!!
ResponderEliminarQue suerte!!! Yo seguiré esperando que me toque, porque esta vez fue el padre el que no perdió la oportunidad jajaja
EliminarLa verdad es que los peques salieron emocionados y con ojos brillantes :D
¡Qué suertudos! Así tendrán un buen recuerdo.
ResponderEliminarhttp://serendipeandoagusto.blogspot.com.es
Pues sí que tuvieron suerte. Fue una casualidad genial :D
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