martes, 5 de abril de 2016

El Parque Valdebernardo y sus patos

Tras recoger al mayor de un cumpleaños, que se celebraba en una escuela de natación muy chula cerca de Faunia, el papá tuvo la gran idea de acercarnos al parque de Valdebernardo. El día amenazaba con lluvias, pero aún así, allí que nos plantamos. Daniel venía cansadillo de jugar y pasárselo bien, pero Iván estaba al 100% y nos daba miedo que nos diera la noche toledana por falta de sueña. Así que decidimos que lo que necesitaba el más pequeño de la casa era un parque para poder explayarse.

Curiosamente, fue el primogénito el que más corrió y saltó entre la hierba. ¡Nunca se cansa! El parque es genial. Nada más entrar vislumbramos una montañita y allá que volaron los niños para jugar a exploradores. Las vistas no estaban nada mal.

Desde allí, Raúl localizó los juegos infantiles y allí nos dirigíamos tan felices cuando nos topamos con una multitud de patos de todo tipo, tamaño, colores y con comportamientos tan diferentes que no nos cansábamos de mirarlos. Los chiquillos corrían de una lado a otro haciendo maravillosos descubrimiento: patitos bebés, peleas de machos por una hembra, cabriolas simpáticas, siestas de sobremesa... Y allí hubiéramos seguido, pero el día se volvía cada vez más frío y decidimos movernos un poco para entrar en calor.

En cuanto llegamos a los juegos infantiles los chiquillos se movieron de los lindo escalando, saltando, trepando, deslizándose... Y no contentos corrieron hasta los juegos de ejercicios de mayores. ¡Lo que sudaron! Y aún así no se les veía ni con la mínima gana de irse.

Una pena que un amenazante nubarrón nos hiciera plantearnos la vuelta a casa. Los chiquillos nos siguieron con morros de fastidio y escapando de vez en cuando a explorar rincones interesantes. De tanto que se retrasaron nos temíamos lo peor, pero tuvimos mucha suerte y no se puso a llover hasta que estuvimos dentro del coche y ya camino del hogar.

Eso sí, tuvimos que prometer a los peques que volveríamos pronto a ese parque.


8 comentarios:

  1. No conozco ese parque. Tiene pinta de ser muy chulo. Yo no sé de dónde sacan los niños tanta energía. Benditos cuerpos casi a estrenar... Besotes!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso digo yo. De donde sacan tanta energía, pero sólo para lo que quieren ainssss

      Eliminar
  2. q buena pinta y me encantan los Patos!!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eran unos patos de lo más amigables :D
      Excepto los dos que se estaban peleando por la hembra. Que brutos!!

      Eliminar
  3. Ese parque le conozco tengo una amiga que vive en Valdebernardo y hemos ido alguna vez, está genial.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nos ha encantado. Para ir con los niños es ideal :D
      No recuerdo haber leído la reseña en tu blog jooooo

      Eliminar
  4. Es una lástima el deterioro de este parque. La empresa privada, de Ferrovial, tendrá buenos beneficios... Un espacio público pagado con nuestros impuestos deteriorándose mientras otros se van embolsado nuestro dinero. Otro negocio de constructoras. Este y las residencias de ancianos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí que es una pena porque el parque vale la pena y da servicio a muchísimos ciudadanos...

      Eliminar

Me encanta saber lo que piensas.