Uuuuuh el último tomo de Las Princesas Dragón, La Condesa Chupasangre, da mucho miedito porque va de... ¡vampiros! Seres de la oscuridad que controlan la mente de sus víctimas y beben sangre... o deliciosa sopa de tomate, que también los hay con alergias, ¡a ver que os creeis!
Es que a lo mejor los vampiros te dan miedo porque no te has molestado en conocerlos ni un poquito. A lo mejor has oído ¡vampiros! y te has ido corriendo a coger tu arcabuz de cabezas de ajo para atufarlos sin piedad. A lo mejor se están defendiendo de un enemigo feroz: tú y el resto de los humanos.
Pero claro, a lo mejor los humanos también se están defendiendo de la defensa vampírica y... ¡uy! Que lío.
Si es que es mejor que os leáis el tomo número nueve para que sepáis cómo los protagonistas acaban envueltos en una trama llena de colmillos, aldeanos enfurecidos, un castillo muy lúgubre (y sucio), una dragona vampirizada y flores mágicas que a veces complican aún más las cosas.
Las ilustraciones se salen, como siempre. Son graciosísimas y muy expresivas. Me encanta el estilo de esta ilustradora, Luján Fernández. Se ajusta perfectamente a las imaginativas historias llenas de aventuras y valores de Pedro Mañas, el autor.
A nosotros nos ha encantado el nuevo tomo de esta divertida colección. Encima la historia la cuenta Koko, la preferida de mis churumbeles.
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