jueves, 5 de noviembre de 2020

MdA Especial Halloween: La calle de los caramelos diabólicos sonrientes

Quería haber preparado una aventura terrorífica del sistema de rol en vivo que estoy escribiendo, Misterios de Arkham, para la mismísima noche de Halloween, pero fue imposible. No pude llegar a todo. Pero sí que la tuve lista (masss o menosss) para la noche siguiente. Esta vez cogí las imágenes de internet, en vez de dibujarlas yo misma, y los párrafos de ambientación no estaban tan currados como en las otras aventuras, pero conseguí que pasáramos una rato espeluznantemente divertido, que era el objetivo.

Después de cenar coloqué cada pista en su lugar y ¡comenzó la nueva misión!

En esta ocasión, los investigadores reciben una carta de una señora, que vive con su sobrino en la calle de los Caramelos Diabólicos Sonrientes, pidiéndoles que resuelvan el misterio que hay detrás de los extraños sucesos que están pasando en el barrio. Sobre todo, quiere que acaben con las terribles pesadillas que acosan a su sobrino.

Encima, es la noche de Halloween y todo puede pasar. Según Daniel, no es de extrañar que el niño ese tenga pesadillas viviendo en una calle con ese nombre, pero, a pesar de que ya tenía esa teoría tan válida, estaba más que dispuesto a investigar el misterio mientras iba de puerta en puerta pidiendo chuches, sobre todo unas especiales que les ha pedido, Keziah, la señora que les mandço la carta. Cuando sale a recibirles les da una lista con unas chuches concretas que servirán para animar a su aterrado sobrino, Walter, que no se atreve ni a asomar la nariz por la puerta de su casa.

Y hace bien, porque una rata gigante con cara humana, y muy poderosa, parece campar a sus anchas entre las bonitas casas del barrio. ¿Habrá salido directamente de las pesadillas de Walter?

En cada casa que visitemos, en busca de las ansiadas chuches, nos encontraremos personajes singulares, terribles trampas, esclarecedoras pistas, inefables monstruos... Y chuches, claro. Eso también. Pero hay que tener mucho cuidado porque algunas están envenenadas.

Los investigadores persiguieron la verdad incansables, lucharon como valientes y miraron a la cara al mal supremo, pero acabaron pereciendo a manos de un horroroso primigenio. Eso sí, resolvieron el misterio bastante bien y se llevaron un murcielaguito anti estrés cada uno, que eran un monada, como premio de consolación.

Les dije que eran las brujas que quedaban con vida, que se habían convertido en murciélagos para intentar escapar, pero no contaban con los investigadores (en espíritu), que las atraparon y ahora las tienen en sus respectivos cuartos.

Si queréis saber un poco más de este juego podéis leer la primera y la segunda aventura.

2 comentarios:

  1. Como te lo curras, que guay todo!
    Besos

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    Respuestas
    1. Muchas gracias!!!! esta vez no me dio tiempo a currármelo como quería porque me pilló el toro. A ver si para Navidad hago algo más chulo :)

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