Está siendo un verano un poco raro y difícil con los niños pidiendo pantallas de todas las maneras y tonos diferentes y los padres teletrabajando, recogiendo y limpiando. Encima se han dado cuenta de que si dan la tabarra lo suficiente, que ya os digo yo que es muuuucho rato, pueden acabar consiguiendo lo que quieren por el pequeño detalle de que hay que rendir al menos un mínimo. En fin, que si, de repente, muestran interés en algo que va más allá de las pantallas lo fomento como si fuera aire para respirar. Están los dos con el regustillo de cocinar y, a pesar de que supone más trabajo para mí, porque no estoy tranquila dejándoles con tantas cosas peligrosas cerca (aceite hirviendo, cuchillos, enchufes...), luego la parte de limpiar y recoger ya sabéis a quién le toca siempre.
Aún así, les dije que me hicieran lista de ingredientes para facilitarles la tarea. Me sorprendió mucho cuando Iván me hizo saber su interés por cocinar deliciosos rollitos de primavera. ¡Qué buena idea! me parece una cena ideal, original y con mucha verdura. Saqué la
receta de internet, como suele ser lo habitual, y me fui a por los ingredientes que nos faltaban. Esa misma tarde nos pusimos manos al rollito.
Lo de cortar la verdura se lo dejé al peque, pero pronto me di cuenta que con el repollo tenía algún problema, la zanahoria estaba quedando gordísima y la cebolla le hizo llorar a mares. Menos mal que tenemos una maravillosa Thermomix. Le propuse meter todo al vaso y que las cuchillas hicieran el trabajo por él. Le pareció genial, por supuesto. Metimos todo junto y a picar, pero no mucho, que quería que los cachitos fueran identificables.
Luego, pusimos la sartén al fuego y seguimos la receta. Pusimos primero la carne y la fue removiendo hasta que se hizo un poco, luego añadimos la verdura y la dejamos a fuego medio un montón de tiempo.
Cuando tuvimos el relleno listo, nos pusimos con la masa filo. Y ahí nos encontramos con un pequeño problemilla. Me había equivocado y me había traído a casa masa de hojaldre. Buf, que mal. Teníamos un montón de relleno y una miserable lámina de hojaldre. Ups.
Menos mal que el padre vino en nuestro rescate y fue al super a por la masa filo y de paso por helados.
El primer rollo lo hicimos gigante y con hojaldre, pero el resto ya usamos la masa Filo. la verdad es que todos salieron buenos, pero los segundo mejor. Le pusimos salsa de soja porque no teníamos agridulce y nos flipó el resultado. ¡Repetiremos!
Al día siguiente, Iván se empeñó en repetir la experiencia culinaria y tocó hacer lo que él llama pizza de huevo y yo de Carbonara con salmón.
Hicimos la masa en la Thermomix y la salsa Carbonara en la sartén con cebolla y la nata. La masa la metimos en el horno un rato, luego le añadimos el queso antes de que se hiciera del todo y vuelta al horno. Cuando vimos que el queso se había derretido y gratinado un poco la sacamos y le pusimos la salsa que se había reducido al fuego por encima. Sobre ella el salmón ahumado y el huevo duro. Está buenísima, pero es una bomba.
Con la masa que nos sobró hicimos pizza de nocilla. Horneamos la masa, la untamos con la nocilla y cada uno se pone encima lo que quiere. Por ejemplo, yo me hice un completo con lo que teníamos en ese momento: Plátano y almendras.
Evidentemente, ese día nos levantamos de la mesa rodando...
Daniel aún no ha decidido qué va a cocinar. Cada día cambia de opinión. Está en una edad mala no, lo siguiente...
Por cierto, el helado que finalmente compró el padre era de chocolate con churros. Todo muy light jajajaja
Pero que cocinillas estás educando! Piensa que es una excelente inversión mientras limpies los restos 😂😂
ResponderEliminarA ver si me quitan de cocinar, que es algo que no me gusta nada jajajaja
EliminarDioss q hambre me ha entradoooo
ResponderEliminarSobre todo con el helado de churros con chocolate. No? jajajaja Rico, rico
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