Como no podía ser menos, las familias que nos juntamos este finde en la casa rural nos trajimos unos cuantos juegos bajo el brazo para dar rienda suelta a nuestra vena lúdica. El problema que encontramos es que no habían horas para todo lo que nos habíamos propuesto hacer, pero no nos agobiamos. Se hizo lo que se pudo y se disfrutó muchísimo.
Los juegos que más triunfaron fueron The mind y The game. Y no se les daba mal. Creo que nunca he visto llegar a nadie al nivel 6 del primero no quedarse tan sólo con cinco cartas sin colocar en el segundo. Son dos juegos colaborativos altamente adictivos que consisten en colocar las cartas de los jugadores de forma correlativa, pero no hace falta que los números vayan seguidos. Eso sí, chafar al compañero se paga caro. Molan un montón.
También aprovechamos para jugar a los Hombres lobo de Castronegro aprovechando que había mucha gente reunida. Ese juego siempre triunfa. Aunque admito que soy una mujerloba malísima y me suelen pillas casi siempre.
Uno de los asistentes trajo el Wingspan, que anda que no le tenía ganas yo, pero sólo dio tiempo de jugar una fase. Pintaza, me quedé con las ganas de terminar la partida, pero se nos echó el tiempo encima. Si es que no se puede tener todo.
El Splendor fue otro de los juegos que más triunfaron. No es de extrañar. Es un juegazo.
También tuve la oportunidad de recordar viejos tiempos echando una partida a El Cluedo. Era uno de mis juegos preferidos en la infancia. Iván me pidió jugar porque le dio la impresión de que se parecía al juego que habíamos estado jugando los mayores el día anterior sobre un asesinato (Asesinato en la Mansión Cthulhu) y no me lo pensé dos veces porque me apetecía un montón. Al final nos ganó Raúl porque se iba a puntando hasta el más mínimo detalle y claro, es muy difícil competir con él jajajaja
Incluso nos dio tiempo a echar una a Not alone con una emocionante carrera por la supervivencia en un planeta hostil. Me costó un montón, pero yo, la criatura alienígena, acabé asimilando a los humanos intrusos muahahahaha
Como dicen los niños... ojalá hubiéramos podido quedarnos un día más al menos...
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