miércoles, 4 de julio de 2012

Daniel recupera a su perrito

"¡¡¡Mi perrito!!!" gritó mi primogénito mientras se lanzaba de cabeza a la cuna. Agarró feliz le peluche con el que dormía hasta ese día su hermano y se lo llevó a su cama. "Es mío" reafirmó.

Es cierto, Daniel estuvo durmiendo con ese perro mucho tiempo. Hasta que Iván lo descubrió y decidió que con el perrito de su hermano se dormía mejor. El mayor no le echó de menos así que pasó a ser del segundo. Hasta ese día. Afortunadamente, Iván le está cogiendo el gustillo a un osito. Afortunadamente.

Daniel ya duerme sin compañeros peludos en la cama, pero ahora se ha empeñado en volver a invitar al maltrecho perrito, que ya tiene la nariz pelada y el pelaje más ralo de tanto uso. Lo deja en un extremo y ya no le vuelva a hacer caso.

5 comentarios:

  1. En nuestro caso es un tigrito el que sufre los continuos abrazos y achuchones de Martiño, je, je.

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  2. Seguro que le tigrito está encantado con los "mimos" de Martiño jeje

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  3. es precioso ver el cariño q le tiene.
    de mayor se acodará sin duda de ese peluche q hacía sus delicias :D

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  4. Pues por aquí no le hemos cogido cariño a ningún bicho de peluche, pero me parece a mí que es cuestión de tiempo.

    Que gracioso, no habíamos caído en que los peluches se podían heredar de hermano a hermano, ja, ja, ja...

    Un besote para los príncipes.

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  5. ¿Quién no ha tenido algún compañero de cama peludo? Bueno, yo sigo teniendo a los gatos (y al churri...) Besotes!!!

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