El domingo Iván se despertó a eso de las seis de la mañana para no perder la costumbre. En esta ocasión tenía toda la razón el pobre. Se había mojado el pijamita con un escape, así que encendí la luz del baño para ver que me hacía procedí a cambiarle. Cuando el bebé giró su cabecita y vió a su papá roncando a pata suelta se le dibujó una sonrisa de oreja a oreja y empezó a darle toquecitos en la espalda con sus manitas. Cómo era de esperar, su progenitor ni se enteró de los intentos de su hijo por llamar su atención, así que me lo llevé conmigo al salón para dejarle descansar. Al ratito se levantó su hermano y se instaló cómodamente frente a la televisión en espera de su biberón mañanero.
En estas estábamos cuando Raúl asomó la nariz por la puerta y saludó a sus hijos. "Mamá y papá conmigo" decía Daniel feliz. Y lo repitió durante el resto del día. Se vé que lo echaba mucho de menos.
Mi marido llegó con bolsas y regalos. El primero que entregó fue el de Daniel: una estupenda taza con vikingos. Le encantó. Ahora sólo quiere beber de su taza vikinga, que son los piratas islandeses. Luego le entregaron un frailecillo de peluche a Iván, que también le hizo los honores con unos cuantos baboseos y sacudidas. A mí me trajo un precioso libro lleno de impresionantes fotos del país (ha prometido que me llevará en algún momento de la vida). Y él nos enseñó orgulloso el parque que había adquirido para su mochila. Cuando Raúl y yo éramos unos jóvenes despreocupados decidimos comprar un parque de cada lugar extranjero que visitáramos y pegarlo a unas mochilas enormes que tenemos. Yo tengo unas cuantas, pero él me gana de largo con sus viajes de trabajo.
Los niños estaban emocionados de tener de nuevo a su padre cerca.
Me alegro de que tu marido esté en casita!!
ResponderEliminarSeguro que los niños estos momentos los recordaran como momentos muy felices en su vida... estas cosas se marcan, por eso siempre es bueno darles a los niños momentos de mucha felicidad, eso les queda grabado en su cabecita y lo recordaran con añoranza cuando sean grandes...
ResponderEliminarMe alegro que tu marido esté en casita...
;-)
qué bonito el regreso del papi, así se siente la familia completa :-) y encima unos regalitos!!! (el corrector te ha debido escribir "parque" en vez de "parche")
ResponderEliminarBEsoss
El mejor regalo que haya vuelto ¿eh? ahora a disfrutar del papi
ResponderEliminarPues a disfrutar de la familia al completo!
ResponderEliminarQué alegría dan siempre los reencuentros!!! Un besote.
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