Por fin llegó el día de la feria medieval en Covarrubias. Daniel y yo llevábamos toda la semana hablando del tema. A él le había dicho que era una fiesta para que lo entendiera mejor. Aunque a veces me sorprende el vocabulario que maneja ya este niño.
La fiesta fue genial. Hubo caballeros con armaduras y todo. Hasta tuvimos nuestro propio dragón. Raúl usó la cabeza de dinosaurio de trapo que tenemos en casa, se construyó una cola muy aparente con un tubo de gomaespuma, cartulina y papel charol verde y compeltó el traje con una camiseta y unas vermudas verdes. Fue el rey de la fiesta. Por mi parte apañé un traje de aldeana muy aparente con ropa que tenía guardada en un armario. A pesar de mi baja condición logré casarme con un dragón y tuve dos caballeros. Los niños estaban graciosísimos y sus camisetas tuneadas también gustaron. En el patio de la casa de la abuela de Raúl improvisamos un juego teatralizado en el que el dragón se iba a comer a la aldeana y al caballero pequeñito. ¡Menos mal que llegaba el caballero grande y nos salvaba!
A los dos se les salían los ojos con tantos puestos coloridos y a Daniel un poquito las manos. Hubo que vigilarlo de cerca para que ninguna mercancía acabara en el suelo hecha pedazos. Lo que más le llamó la atención a mi hijo mayor, logicamente, fue el carrusel de madera movido por tracción mecánica que habían montado en el mismo centro del mercadillo. Era una preciosidad. Constaba de dos carruseles que se movían accionados por unas palancas. El feriante tenía unas piernas y unos brazos que riete tu del gimnasio. Te compras un tio vivo como ese y ya estas lista para el certamen de culturismo del próximo año. Uno de los carruseles los formaban coches y el otro altísimos caballos. Como no podía ser de otra manera Daniel eligió montar en el caballo más grande, menos mal que iban con cinturón de seguridad. El vigilante nos advirtió que daban miedo, pero el peque no quiso ni oir hablar de cambiarse a un coche, así que ahí lo dejamos. El feriante golpeaba a los niños con una maza inflable a la vez que pedaleaba como un loco. Se lo pasó en grande. Cuando el golpeaba a él se moría de la risa.
Del tio vivo se fuedirecto a casa a comer y dormir la siesta, porque se le notaba cansado e irascible. Raúl se quedó tomando unas cañas con unos amigos y presentando a Iván en sociedad, que ya se había dormido su siestita mañanera y estaba como unas castañuelas.
Aproveché la oportunidady me tumbé con mi primogénito para echar un sueñecito antes de comer yo.
Por la tarde hicimos la ruta normal de columpios y dar de comer a las cabritas. Los niños acabaron agotados. Aún así costó mucho meterlos en la cama. Iván nos dio una noche toledana y Daniel se despertó llorando en un par de ocasiones. Al día siguiente los padres nos levantamos con unas ojeras gigantes y los niños como si nada.
Qué guapos estáis todos, y muy original tu marido. Estas fiestas son geniales. A nosotros las que tienen mercadillo medieval nos encantan.
ResponderEliminarPero que guapisimos todos!!! Y el tiovivo esa una monería, me encanta todo, me alegro que lo pasarais bien. Besitos
ResponderEliminarjejejeje
ResponderEliminarpero q original !!! me encanta !!!
os lo pasásteis genial por lo q se ve.
besos
Nos lo pasamos muy bien. Daniel dice que quiere repetir jaja.
ResponderEliminarLa verdad es que son actividades estupendas para los peques... ¡Y para los mayores!
Que gracioso!!!me encantan los disfraces......bueno,todo lo que has contado me gusta.....
ResponderEliminarhttp://serpadresymuchomas.foroactivo.net/
Es que los niños están hechos de otra madera. Ahora Carmen no duerme la siesta y está tan fresca la tía.
ResponderEliminarLos disfraces os han quedado fenomenal.
Bss
Pero que guapos estáis los 4!!!
ResponderEliminarY parece que pasasteis un día estupendo ;-)
Me encantan estos tipos de fiestas, donde mayores y pequeños se divierten.
ResponderEliminarMuy divertidos los disfraces. Felicidades :)
Jajaj el dragón me ha encantado!! jajaja
ResponderEliminarVEo que lo pasasteis muy bien, si es que estas cosas gustan a grandes y pequeños.
Un abrazo
!Pero bueno! !Si está toda la familia vestida para la ocasión! !Cómo os lo tuvisteis que pasar! Y Daniel se lo tuvo que pasar genial salvando al caballero pequeño y a la aldeana, ja, ja, ja...
ResponderEliminarBesotes para todos.
Pero que familia tan atípica y tan encantadora. La Aldeana y el Dragón que procrean dos pequeños Caballeros. Vaya argumento, eso da para una peli fantástica. ¡¡Que tiemble el Señor de los Anillos!! je, je.
ResponderEliminarMe ha encantado esta entrada, ver como disfrutan los pekes con cosas tan tradicionales. ¡¡Como no, un caballo siempre mejor que un coche, no hay comparación..!!
Qué bonito!! son días para recordar siempre, gracias por compartirlos provocando recuerdos de los nuestros
ResponderEliminarBesos
Seguro que lo pasasteis de maravilla!
ResponderEliminarUn beso,
Mlu
¡Que apañaos!
ResponderEliminarLa verdad que íbais guapísimos y seguro lo pasasteis genial.
Me encantan.
Muchas gracias a todos. A mí el que más me gustó fue el dragón jaja
ResponderEliminarMe encantan las ferias medievales!!! Siempre termino agenciándome algo. Que si un jabón artesanal, que si un abanico pintado a mano... Besotes!!!
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