Ultimamente a Daniel le cuesta mucho dormirse sólo. Reclama mi presencia a gritos para que me acueste a su ladito un rato. Además, tiene que ser la mami, el papi no le sirve igual. Así que cuando leí el post del Spray anti monstruos en Como ser mamá y no morir en el intento se me encendieron los ojillos con la luz de la esperanza. Daniel nunca me ha hablado de monstruos en la habitación, pero aún así me parece una idea grandiosa.
En ese mismo momento me dediqué a buscar imágenes de monstruitos simpáticos en google. Imprimí los dibujos, los recorté, los pegué con pegamento en un spray, terminé mi gran obra forrándo el cuerpo de la botella y casi dejándome el dedo gordo en un descuido de tijera. Rellené el spray con colonia infantil diluída en agua. Admiré mi cutre trabajo durante un segundo, lo dejé en la sillita que tiene la lado de la cama mi niño y cogí la bolsa para ir corriendo a por mis hijos a la guardería. Cuando recogía a Daniel le empecé a hablar del invento.
"Daniel, tengo un flis flis anti monstruos en casa para ti"
"¿Síiiiiii? ¿Me lo cuentas?"
"Claro que sí, cariño. Los monstruos son seres peludos y amigables que sólo pueden salir por la noche. Entonces buscan niños para jugar, pero como están todos dormidos los despiertan y les dan un susto tremendo. Así que tenemos un flis flis anti monstruos que es una botella con un líquido que huele muy bien, que es algo que odían los mosntruos. Entonces, en cuanto lo huelan, saldrán corriendo y gritando "¡Ugh! ¡Agggg! ¡Qué peste!" Y ya no te despiertan y puedes dormir tranquilo. Si tienes miedo por lo que sea también puedes usar el flis flis"
"Si tengo miedo fliss fliss"
"Sí cariño, muy bien"
Fuimos comentándolo todo el camino, pero en cuanto llegamos a casa se le olvidó el asunto y se fue directo a los camiones de juguetes sin mirar siquiera el Spray. Estuve jugando con mis dos retoños toda la tarde y cuando estaba dándo el biberón a Iván oí que Raúl preguntaba a Daniel por el Spray.
"Es un flissfliss anmostruos. Si tengo miedo... ¡flis flis! Y huele bien y los monstruos se vaaaaan" Pues sí que me estaba escuchando el chiquitín. Después escuché el flis flis repetidas veces y a mi marido conminando a Daniel a que no usara más el Spray porque estaba apestándo la habitación.
Cuando termine de alimentar a Iván, y lo dejé plácidamente dormido en su cunita, fui al encuentro de Raúl y Daniel que estaban ensarzados en poner el pijama al primero después del baño. Al peque no había manera de quitarle el spray de las manos. Estaba emocionado.
Por la noche tuve que tumbarme un ratito con él hasta que se durmió, pero cuando se despertó a eso de la una de la madrugada le convencí para que usara el spray y se durmiera solito. Ya es un avance.
Al día siguiente llegué a casa de trabajar y la casa apestaba a colonia. mi marido me contó que Daniel había estado jugando con el spray y que, en un descuido paterno, había atacado a Iván con un flis en plena cara. Así que me dijo la portera que hoy el bebé olía muy bien. Le explicamos al mayor que el flis sólo se usaba para espantar a los monstruos y nunca contra las personas, y mucho menos contra su hermano. Le dije a Raúl que se lo daríamos al acostarse y se lo quitaríamos al levantarse. Así evitamos más "accidentes".
A ver si al final vas a terminar teniendo una casa sin monstruos pero con niños con conjuntivitis. Jajajaja. Eso es un arma mortal así que mejor que lo usen bajo supervisión adulta XD. Un besazo!!!
ResponderEliminarEs una idea fenomenal! Me parece de lo más original :)) seguro que la utilizo.
ResponderEliminarMi Alter Ego, creo que a Daniel le ha quedado claro que se quedará sin flis flis si volvemos a tener otro "accidente" jeje
ResponderEliminarUn saltamontes en mi cama, lo primero que me pide Daniel por las mañanas es el flis flies, ¡Le ha gustado muchísimo! Seguro que a tu peque también le gusta. Cuando la leí en "Como se mamá y no morir en el intento" me encantó.
que chuli jejej desde luego esta muy bien pensado
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