domingo, 23 de septiembre de 2012

¡Todos al treeeen!

Ayer le puse a Daniel capítulos del Dinotrén en la tele de la página web de clan, en uno de ellos explicaba como funciona una locomotora a vapor, y también hicimos una ficha de la unidad didáctica que te proporciona, si lo pides, el museo que fuimos a visitar hoy: Nada más y nada menos que el Museo del Ferrocarril.

Quedamos con Hugo y su mamá para ir todos juntos a disfrutar de la visita. Daniel estaba encantado de que viniera su gran amigo. Para comenzar la aventura nada mejor que llegar hasta allí en metro. Al mi chico le encanta viajar en este medio de locomoción.

En la puerta del Museo había una locomotora antigua que fascinó a los más pequeños. Supongo que no se esperaban encontrar la retahíla de trenes que les esperaba tras el umbral. El Museo se ubica en una antigua estación ya sin uso, que conserva las vías y trenes de verdad. Para delicia de los niños te podías subir a la cabina de un tren a vapor y a un vagón de pasajeros de los años setenta. Daniel se metió en la piel de un conductor de trenes en el primero y de un revisor bastante exigente en el segundo. También encontramos una pequeña locomotora que podían manipular en un rincón del espacio expositivo.

Ivan sólo quería caminar entre tanta maquinaria. Cuando intentabas sentarle en el carrito se debatía ferozmente. Le dejé incluso gatear a sus anchas un ratito, pero sólo conseguí que se emporcara aún más y salvarle en el último segundo de dar con su cabeza en las vías.

Las detalladas maquetas también maravillaron a los pequeños visitantes. No se cansaban de ver a los trenes dar vueltas y de buscar detalles curiosos. Fuentes, casa y edificios con luces, estaciones enteras, bases militares, grúas, todo tipo de trenes... Todo eso y mucho más encontrábamos en las maquetas. Eran realmente impresionantes.

Otra grata sorpresa nos la llevamos con el rincón de lectura para niños. Un cordón delimitaba una zona con mesas y sillas de Ikea, estanterías cómoda para pequeños lectores y una grandiosa selección de libros donde los protagonistas eran los trenes, lógicamente. También tenían ceras y dibujos para colorear.

Cansados de tanto deambular hicimos una parada en el vagón cafetería que tienen adecuado al efecto. Los niños estaban encantados de tomarse su batido en un tren, aunque estaban deseando que se pusiera en marcha, algo que no iba a ocurrir de ningún modo. Fue imposible que entendieran que la cafetería del museo no se podía ir a ningún sitio. Aproveché para darle de comer a Iván. Daniel y Hugo se habían hinchado a las galletas de chocolate que había traído Silvia y en la cafetería dieron buena cuenta de las patatas, así que ya estaban servidos hasta que llegara cada unos a su casa a comer.

Cuando salimos, descubrimos un pequeño tren infantil que se recorría el patio de la estación. No dudamos un segundo en montarnos con los mayores. El camino nos llevaba por una estación, por túneles, estrechos pasos de arbustos... Lo peques no se perdían ni un detalle.

A la salida Daniel lloró un poquito porque no le compramos uno de los trenes de madera que se exponían en la tienda. Para consolarlo, le prometimos que le daríamos su regalo de cumpleaños cuando se despertara de la siesta.

Comió estupendamente y durmió como un bendito. Igual que su hermano que, a pesar de la siesta que se pegó en el viaje de vuelta, todavía le quedaba sueño para roncar ratito en la cuna.

Cuando se levantaron los chiquitines les dimos de merendar y Daniel recibió sus primeros regalos de cumpleaños. "¡Mi tren de madera!" Exclamó cuando vio los paquetes. Exacto. La sorpresa se había chafado porque lo que contenían los paquetes eran diferentes piezas del tren de madera que venden en el Ikea. Nosotros le regalábamos unos y su abuela Matilde otro. En el paquete de su abuelita ponía "Viene de Canarias" junto con el dibujo de un avión, por deseo expreso de mi madre.

Su cara de felicidad recompensó con creces que se hubiera estropeado la sorpresa. Estuvo jugando con su tren y el circuito que le montó su padre muchísimo rato. Fue la guinda de un día perfecto para mi niños mayor.















13 comentarios:

  1. guau!! que chulo!! y sobre todo se ve que lo habéis pasado genial!! ;)

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  2. se ve que lo habéis pasado muy bien...
    yo he ido muchas veces, me encanta el museo del ferocarril

    un besote
    Nico

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    1. Pues estoy abierta a todas las recomendaciones que quieras hacerme porque lo cierto es que ¡nos encantó este museo!

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    2. Entra en la web del museo porque a veces tienen actividades y talleres para los peques...

      un besote
      Nico

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  3. Que fotos más bonitas!! Y que bien lo pasasteis... Me encantas, sé que te lo digo siempre pero es que me parece increíble lo bonito y bueno que es tu blog...jeje.
    un besito!

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    1. Muchas gracias. Lo cierto es que no tiene absolutamente nada que envidiar al tuyo. Das unas ideas buenísimas.

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  4. Qué divertido! un día muy completo

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    1. Creo que fue uno de los mejores días en la corta vida de estos dos amigos

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  5. Jo, el reader nunca me actualiza bien tus entradas. Qué lata...

    Qué paseo tan chulo!!! Mi churri seguro que disfrutaría un montón porque le encantan esas cosas. A ver si un día vamos.

    Qué alegría se tiene que haber llevado Daniel con su tren!!

    Un besote.

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    1. Lo sientooooo. Creo que ya he logrado actualizar el blog por completo y ya no te marearé más.

      Te lo recomiendo. Seguro que os gusta a los dos.

      Daniel estaba emocionado con su juguete nuevo jaja

      Besos

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  6. COmo disfrutis eh!!
    paso a dejarte un premio, cuando quieras ya sabes...
    un abrazo

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    1. Muchas gracias. Ahora mismo me paso por tu blog a recogerlo. ¡Que ilusión!

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