lunes, 5 de abril de 2021

Champis calavera

Estaba trabajando tranquilamente cuando de repente me sonó el telegram. Curiosa lo revisé y me encontré con que Raúl me había mandado el enlace aun tuit muuuuuuy chulo. Este:


Y ¿quién se resiste a emularlo? Yo no. Esa misma noche saqué los champiñones de la nevera, me hice con las herramientas y me puse a cincelar calaveras comestibles. Un segundo tardó el más peque de la familia en descubrir lo que estaba haciendo y sumarse a la aventura culinaria.

Solo que él se atrevía con innovaciones extraordinarias: gatos, vampiros, caballeros... Le quedaron muy chulos.

El proceso es muy sencillo. Limpiamos bien los champiñones crudos, los partimos por la mitad y utilizamos las herramientas de pastelería que tenemos por ahí para cincelar las calaveras. O en el caso de Iván, lo que la imaginación le dictara.

Cuando acabamos con la parte artística, probando diferentes herramientas improvisadas, procedí a freir los champis con ajito, que así están riquísimos.

Pero al freirlos perdían la forma definida a la misma velocidad que el agua. Concretamente, lo de Iván quedaron totalmente irreconocibles. Una pena.

Así que, la próxima vez, los vamos a hacer crudos y en ensalada. Haremos un estupendo campo de batalla con lechugas y tomates. Y gatos merodeando ¡Está decidido!

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Bueeeno, hemos tenido una semana santa supertranquila, no creas. Estábamos todos cansados y sin ganas de nada :P

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