jueves, 29 de abril de 2021

Yo te lo explico de la Psicomami

La semana pasada me lié la manta a la cabeza y me metí en... ¡el metro! No recuerdo desde cuando no lo pisaba. Pero la causa bien valía la pena: Me iba más feliz que una perdiz a la presentación del nuevo libro de Mamen Jiménez, más conocida como la Psicomami, "Yo te lo explico", una guía imprescindible para educar a los niños en la sexualidad desde casa. ¡Asignatura pendiente! Aún en nuestros días, que es claramente patente la necesidad de que los peques crezcan informados y sin tabúes que les puedan llevar a situaciones desagradables, de inseguridad o, incluso, peligrosas.

El caso es que me metí en el subterráneo intentando respetar la distancia de seguridad y las medidas de precaución, pero al final tuve que espabilar si quería llegar algún día. Cada vez que dejaba distancia se me colaban tres. Desesperante. Luego llegué a la Fnac un poco apurada y me encontré con que... ¡los baños estaban cerrados por la pandemia! ¡OMG! Muero. Me temía en lo peor, pero con dar un salto el Corte inglés solucioné el problema. Que aventura ¿eh?

Por fin llegué a la sala dónde se iba a hacer la presentación con mucha ilusión y con mi ejemplar a cuestas para conseguir la firma de la autora y convertirlo automáticamente en tesoro de valor incalculable.

Pronto comenzó el evento con mucho humor. Normal si hablamos de Mamen y Mónica (Madresfera). Qué risas, desde que aparecieron en escena. La verdad es que utilizaron el humor para dar visibilidad a un problema muy serio y para hacernos entender la gran importancia de la ausencia de educación sexual en los niños y su relación con su desarrollo posterior durante su etapa adolescente e incluso adulta.

La educación sexual es importante ahora y siempre. Vivimos en una sociedad hipersexualizada, pero del sexo no se habla y esto deriva a que nuestros hijos estén expuestos a unos mensajes deformados, ya que ellos gestionan la información que les llega de forma diferente a los adultos. Los padres debemos dar nuestro aporte en este sentido para que no acaben aprendiendo de fuentes poco fiables y muy poco realistas como el porno, que es dañino y basado en exageraciones y fantasías. Luego viene las depresiones e inseguridades porque los chicos no aguantan ni media hora, las chicas no llegan a orgasmos épicos, no les gustan prácticas que se reflejan como lo que hay que hacer, etc...  Los mensajes deformados que llegan a nuestros hijos implican sexualidad mal entendida. Normalmente se confunden sexualidad con sexo y ponemos límites falsos.

Es importante que nos tengan siempre a su lado cuando les surjan las dudas. La regla de oro es responder siempre, aunque la respuesta sea "me has pillado en blanco, deja que piense y luego te respondo". Y luego les tienes que responder, no hay que ser un listo. Tened en cuenta que si no les damos las respuestas que necesitan las van a buscar en otros lugares. 

Y si encima nos cerramos en banda con estos temas vamos a envolver lasexualidad con el velo de los prohibido y misterioso. ¡Menuda tentación para ellos!

Volviendo a la percepción de los niños, los adultos vemos la sexualidad como algo sucio porque probablemente hayamos hecho cosas que nos parecieron sucias, pero para los niños es exploración. Es inocente. Mamen dice bien claro: "No pongamos la suciedad adulta en los peques y desatendamos su educación sexual en consecuencia. 

De hecho, los adultos suelen entender mal lo que significa educación sexual o la sexualidad en sí reduciéndola solo al sexo. 

Otro punto importantísimo que se tocó es el empoderamiento del niño con respecto a su propio cuerpo. Pedir permiso antes de tocarle aunque seamos sus madres y sea para bañarles o cambiarles el pañal (aunque al final lo vayamos a hacer sí o sí por el bien de su higiene) es un ejercicio que pretende que el niño entienda que el cuerpo es suyo y para que puedan detectar abusos y denunciarlos. Y tened en la mente que la mayoría de los abusos se producen en el entorno familiar. Hay que darles armas para defenderse porque si no es imposible que se puedan romper con estas horribles estadísticas.

También en este sentido es importante llamar las cosas por su nombre y dejarnos de tabúes tontos. Los niños tienen que saber cómo se llaman de verdad las partes del cuerpo. ¿Por qué a la oreja la llamamos orejas y al pene cola? Esto me recuerda un post que escribí hace diez años en el que me di de bruces con este tipo de tabúes y cómo acabé plegándome a la presión social. Lo titulé La colita está malita.

La Psicomami no olvidó darnos unos consejillos si nos vemos en la bochornosa situación de estar en el ajo y que un churumbel aparezca de repente, pillándonos infraganti. Si os pasa algo así hay que intentar explicar al peque en el momento que es un juego divertido de adultos. Si lo veis muy dormido, llevadle a la cama y mañana se lo explicáis en el desayuno y con tranquilidad y naturalidad. Y probablemente la cara muy roja.

El evento finalizó con una sesión de firmas guardando todas las medidas de seguridad y mucha simpatía por parte de la autora, que es una increíble profesional, una maravillosa escritora y un amor muy grande.

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