Este bebé es un cabezota. Mira que le insisto en que es demasiado pequeño para tamaña hazaña, pero él insiste en ponerse de pie, e incluso, dar algún que otro vacilante paso. Yo, para llevarle la contraria, lo pongo boca abajo en una superficie plana. Él se debate con piernas y brazos hasta que se desespera y acaba chillando su disconformidad: "Mamá, las cosas se ven mejor de pie".
Y que obsesión le ha entrado con los gatos. Les sigue con la mirada y en cuanto puede se deja caer en su dirección con la boca bien abierta. Menos que mal que si mami siempre está bien atenta para que no coma demasiados pelos. A los felinos no les hace ninguna gracia que el pequeñajo se los intente comer cada dos por tres. Cuando consigue poner sus manitas en sus superficies peludas se agarra bien fuerte para no dejarles escapar. Peros ellos son muy escurridizos y siempre se acaban librando de sus garras.
Parece que le encanta el pelo. Todo tipo. El mío lo sostiene fuertemente con sus puñitos y se los lleva a la boca con deleite. ¡Que raro! Yo odio encontrar un pelo en mi comida. Aunque sea mío.
dejalo un ratito que no es malo,siempre que sea su cuerpo quien lo pida es bueno
ResponderEliminarCon lo cabezota que es cualquiera le dice que no jaja
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