sábado, 11 de febrero de 2012
Paseo por la playa en un día frío
Raúl venía con ganas de playa y Daniel se moría por pisar la arena, así que el sábado organizamos una excursión familiar a la playa de las canteras. Hacía bastante frío, así que nos fuimos bien abrigados. Daniel se emocionó nada más ver el mar e intentó arrancarse la ropa al grito de "Quitar, quitaaar". Le expliqué que no se podía meter en el agua a riesgo de coger una pulmonía y él me pedía "bañar, bañar" si comprender nada de lo que yo le decía. Nos costó mucho convencerle de que jugara con la arena. Se lo pasó muy bien recogiendo piedritas.
Cuando nos cansamos de pasear por la orilla y, sobre todo, nos hartamos de intentar parar a Daniel en una frenética carrera hacia el mar. Le llevamos a los juegos infantiles que habían en el paseo. Eran geniales, aunque al niño le llamó más la atención los de mayores.
Estuvimos un buen rato haciendo ejercicio y siguiéndole el juego al mayor de nuestros hijos. Cuando vimos que se acercaba la hora de comer nos encaminamos a casa acompañados de las protestas de nuestro primogénito que aún no se había cansado de jugar.
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que bonito!!me encanta la playa,me encantaria vivir en una ciudad con playa
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