Nada más llegar ya estamos líados con los médicos. Iván a pasado la revisión de los cuatros meses. Si es que el tiempo pasa volando.
Otra vez a pinchar al chiquitín. Que angustia. Menos mal que se porta como un valiente llora poco. Su madre piensa que la investigación y desarrollo debería ponerse las pilas en descubrir vacunas bebibles en vez de pinchables. Tres agujeritos que le han quedado en sus muslitos chichosos.
La buena noticia es que crece y engorda a un ritmo estupendo: 6,900 kilos y 66 centímetros. Es un jugador de baloncesto. Daniel también es muy alto para su edad. Se vé que los genes del padre tienen mucha fuerza porque yo soy un metro y medio de persona. Esta claro que yo tengo melones, no limones (hago alusión al dicho sacar algo del tamaño de un melón por el agujero del tamaño de un limón, referido al parto).
La pediatra piensa que está sano como un manzano, excepto por el pequeño detalle del pedazo de soplo en el corazón, que está más que controlado.
La enfermera me ha dicho que no le meta los cereales hasta los cinco meses, aunque tengo tentaciones para ver si así duerme mejor. ¡Qué noches, señor! Intentaremos hacerle caso y esperar pacientemente.
Por otro lado, me han recomendado que le ponga la vacuna del rotavirus, que no está financiada por la seguridad social, pero que deberíamos ponérsela a todos los niños que van a guardería tan pronto. Curiosamente con Daniel se les olvidó recomendármela. El caso es que la he comprado y se la he administrado yo misma. Cómo es bebida es muy fácil. Ahora tengo que darle dos dosis más separadas por treinta días cada una.
me alegro que la revisión haya ido bien y que el soplo esté controlado. creo que se olvidaron de ponerme la vacuna rotavirus, porque ahora que estoy en la guarde lo cojo todo jajaja
ResponderEliminarbesos
Me temo que sólo la recomiendan desde hace tres añitos, según mi enfermera, así que eres un poquito demasiado mayor jaja
ResponderEliminar¡Bien por ese Campeón! Que bueno que siga creciendo a buen ritmo, pronto pasarán estas malas noches, ya por ahí del 4° mes los niños regulan mejor su sueño, ánimo! falta menos!
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