Y no contentos con la fiesta de las hogueras, también coincidió que era el fin de semana de la concentración motera. Todo el pueblo lleno de todo tipo de motos chulas, raras, curiosas, coloridas, salvajes... Lo que quisieras ¡Vaya! El paraíso de los amantes de las dos ruedas a motor. Y con banda sonora, porque no importaba la hora del día, los truenos de los tubos de escape trucados resonaban por doquier para algarabía de los peques (aunque algún niño se llevó un buen susto con las explosiones).
También quemaron rueda. no se cortaron ni un pelo. Caballitos y virguerías porque sí. Todo un espectáculo para los que pasábamos por ahí. Y eso que estaba programada unas sesión de acrobacias moteras impresionante, que nos perdimos porque estábamos a otra cosa. Pero según nos contaron, tampoco hubiéramos visto mucho con la de gente que se juntó. Eso sí, oír, la oímos.
Se puede decir que el pueblo se volcó en el evento y el ambiente de fiesta se respiraba en las calles. Los chiquillos corrían de una moto a otra para sacarse fotos y admirar los detalles. Más de uno intentó subirse a alguna, los míos incluídos, pero les cortamos las alas enseguida, porque al dueño puede que no le pareciera lo mejor del mundo que unos niños treparan por su adorada moto. Ya me estoy imaginando peques sonrientes en el techo del coche y creo que tampoco me haría mucha gracia.
La verdad es que fue un fin de semana diferente, colorido y muy sonoro.
Menudo finde más completo!
ResponderEliminarAunque con los avances de hoy en día ahora la definición de moto no es vehículo de dos ruedas, las hay de tres!!
Besitos
Y había otra con sidecar. Chulísima!!!
EliminarLa de tres ruedas nos impresionó a todos jajaja
Desde aquí he podido escucharlas...brrr brrr brrrr ;-)
ResponderEliminarNo me extrañaría nada jajaja
Eliminar¡Vaya ruidosos que eran estos moteros!
Me gustan esas cosas. Siempre aparece alguna digna de ser vista. Un besote!!!
ResponderEliminarParecía un museo de motos en un entorno medieval jajaja
EliminarUn poco raro, pero molaba