Mientras tanto él se montó el planazo con los peques, pero el destino le devolvió la pelota y ese día, y justo ese día, Iván salió con cara rara del colegio, algo barruntaba, algo muy gordo, porque el único momento que no montó un pollo da características monumentales fue durante la peli de la traviesa oveja. Antes y después, se puede decir que hizo todas las trastadas imaginables dirigido por una rabia incontenible.
Luego, nos dimos cuenta de que se debía encontrar mal porque pasó una noche toledana que acabó con vomitona.
La película la había elegido Daniel y les encantó, pero no sé si al padre le salió a cuenta. Más le habría valido cancelarlo aunque significaran 10 euros a la basura, pero ¿qué haces cuando uno no está muy católico y al otro le inunda la emoción?
Oh pobre Iván... al menos durante la peli se distrajo y pudo dejar de lado su malestar. Un beso.
ResponderEliminarPues sí, porque al final acabó vomitando por la noche. Aunque a veces creo que fue de las perretas que se cogió. Últimamente, tenemos una detrás de otra Sight!
EliminarPobrecito... bueno al menos Daniel disfruto su plan. Esperamos esté 100x100 ¡ya! besitos!
ResponderEliminarSí que está el 100%, pero con perretas en modo On. Buuuf, que ganas de que pase esa época.
EliminarBesos!!
Qué complicado lidiar con dos. Menos mal que, al menos, pudieron disfrutar de la peli. Besos.
ResponderEliminarEl que disfrutó menos fue el papis que se comió todas las perretas.
EliminarY yo que no fui snif snif
El próximo año no me lo pierdo y en compensación van a tener que dejarme elegir peli juas juas