Cuando terminó me pidió que le hiciera un escenario acorde al gran espectáculo que pensaba montar, pero nada de lo que ideaba la gustaba. Al final, le vio futuro al respaldo del sofá como megaescenario rockero y con eso nos quedamos.
Corrió a la habitación y volvió con su guitarra de peluche. Ya estaba todo listo para empezar, así que llamamos al resto de la familia, cogimos sillas para acomodarnos y nos preparamos para disfrutar del concierto.
Daniel le dió al botón de la guitarra y empezó a sonar "Oh, Susana no llores más por mi". No era exactamente rock, pero mi chico seguía el ritmo y movía los labios para le playback de una manera genial (que voy a decir yo que soy su orgullosa mami). Enseguida Iván se puso a bailar y se sumó al espectáculo. Acabó también subido al "escenario". Allí estaban los dos hermanos bailando y cantando para que a sus padres se les pudiera caer la baba base de bien.
Si es que sois un público muy agradecido. Jajajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarQue va , que va... Es que son rock star jajajaja
EliminarCantanates de rock, jajaja que graciosos vaya ideas se les ocurren si esque son para comerselos. Bss
ResponderEliminarMe encanta cuando la iniciativa nace de ellos :D
EliminarSe me hacen taaan mayores!!
Que rockerillos te han salido estos chiquillos jajaja son muy graciosos.
ResponderEliminarEs que tiene un padre Heviluti, ahí donde los ves, tan serio...
EliminarPues cuando suena la batería y a guitarra eléctrica se transforma jajaja