martes, 20 de julio de 2021

Museum of Illusions Madrid

Buscando planes originales para sacar a las fieras de casa y de la influencia nociva de las pantallas (que pesaicos están con el tema) encontré una opción muy chula: un museo basado en ilusiones ópticas, el Museum of Illusions Madrid

Divertido, educativo y sorprendente. ¿Qué más se puede pedir?... Bueno, que fuera un pelín más barato, pero al ser iniciativa privada supongo que no hay mucho de dónde rascar.

El caso es que pesó más la curiosidad que el bolsillo y reservé la entrada con ilusión de la de verdad, no de la que engaña a los sentidos. 

Nada más hacerme con las entradas, me di cuenta de que justo ese día tenía otro compromiso importante ¡Horreur! Muy agobiada me puse en contacto con ellos para intentar hacer el cambio y no me pusieron ningún problema. Me pusieron en contacto con la empresa que expedía los tickets y en unos días me hicieron el reembolso. Aunque yo ya había comprado nuevas entradas antes que todo eso para el día anterior. Es que realmente me apetecía mucho ir con las fieras.

Últimamente las noto muy apáticas y sabía que este museo les iba a poner las pilas en el tema de atención y curiosidad. Y así fue. Desde el momento que entramos se les despertó el interés al máximo y más que correr volaban a los puntos más espectaculares como la habitación del revés, el tubo que parece que gira o la habitación interminable.

En la habitación al revés Daniel logró colgarse cual monito, pero Iván no llegaba y yo tampoco me vi capaz de cargarle hasta el tubo así que se contentó con la postura de agarrarse a la pared que nos sugerían desde unas imágenes serigrafiadas en la pared.

Luego bailamos un poco con nuestras sombras tricolor y nos perdimos en una multitud de yoes en la habitación interminable. Metimos la cabeza de lleno en un caleidoscopio de espejos y alucinamos con la vitrina en la que, según por donde miraras, veías un cubo o una pirámide. Que divertido buscar el por qué de las cosas.

Bajamos las escaleras bajo la atenta mirada de Don Quijote, que parecía seguirnos a cada peldaño y nos topamos con unos juegos manipulativos alucinantes. 

Sobre todo uno en el que un palo recto pasaba por un hueco curvo, aún no nos explicamos cómo.

Un poco más allá, nos sentamos en una mesa en la que la idea era jugar a las cartas con uno mismo. Me encantó la idea. 

De allí corrieron a un tubo en el que las luces giratorias te dan la impresión de que giras con ellas... e ¡incluso puedes llegar a perder el equilibrio! Como me ocurrió a mí. Puedo decir sin lugar a dudas que esto fue lo que más les gustó.

Tras la rápida pasada inicial, volvimos al punto de partida y lo recorrimos todo más despacio, parándonos en cada lámina y punto con detenimiento y leyendo las explicaciones de cada uno. La verdad es que hay efectos alucinantes. A mí me sorprendió uno en el que aparecían y desaparecían puntitos a los loco, me pareció alucinante que nuestra visión nos haga estas bromas visuales.

También se quedaron un buen rato intentando sacar los puzzles variados, pero no se les dio nada bien. Es que eran bastante difíciles. Sólo lograron hacer el cuadrado del Tamgran con mucha ayuda de su madre (ese me lo sé de memoria).

Y muchos más juegos y sorpresas que encontramos: más juegos manipulativos, las caras de Einstein que parecen diferentes y son todas iguales, el pozo sin fondo, hologramas, tu cabeza en un plato... La verdad es que la hora que reservamos nos dio para muchísimo. En realidad el museo es bastante pequeño, pero está muy bien aprovechado. 

Los niños se lo pasaron en grande explorando cada rincón y mareándose en el tubo cada vez que pasaban por ahí. 

Con el tema de la pandemia el número de visitantes está muy controlado con lo que, a pesar de que a veces da la impresión de que hay mucha gente porque las habitaciones no son muy grandes y empezamos todos desde el mismo punto, en cuanto nos empezamos a dispersar la exposición se ve sin aglomeraciones, sin casi esperas y con bastante tranquilidad.

El plan nos gustó muchísimo a los tres.













2 comentarios:

  1. Qué museo más genial! Y qué bien contado Dácil. Muchas gracias

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  2. Gracias a ti por pasarte por aquí y leerme. Besos!!!

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