Nosotros pudimos conocerlo gracias a un evento de Madresfera y nos pareció un lugar ideal para comenzar esos viajes con la imaginación que tanto nos gustan y ojear posibles futuras compras. Nos gustó mucho porque lo tienen montado con mucho gusto, con unas butacas de gatitos que son una monada y los libros muy accesibles según la altura de los pequeños lectores.
Allí nos encontramos con un personaje muy simpático y famoso en el mundo entero, el mismísimo Gerónimo Stilton. Tan peludito y achuchable como simpático. Mi niño mayor no perdió la oportunidad de pasarse a saludarle. Es un roedor encantador. Cerca de la mesa donde firmaba los ejemplares de sus aventuras descubrí un cartel con el que descubrí que en ese espacio hacen actividades de cuentacuentos. Muy interesante. Me lo apunto para otra ocasión.
Salimos de allí con una larga lista de títulos que añadir a la, ya de por si, extensa carta de Reyes de estas Navidades.
En casa los libros tienen una posición importante porque a mi marido y a mí nos apasionan. A mis peques también les gustan mucho, pero, por ahora sólo si se los leemos. Daniel comienza a hacer sus pinitos lanzándose a la lectura en solitario, pero como le cuesta un esfuerzo suele acabar a mi vera con ojitos de bambi. No me cree cuando le digo que sentarse con tranquilidad y un libro en las manos es uno de los pequeños placeres de la vida, pero estoy segura de que pronto lo descubrirá por si solo
Iremos a visitarlo! Tiene muy buena pinta! Un besete
ResponderEliminarEstas Navidades, si vais a cortilandia, os pedéis pasar, pero ¡cuidado! Tiene mucho peligro. Luego los niños se lo quieren llevar todo jajaja
EliminarQué sitio tan chulo!! Aunque yo, incluso de pequeña, he preferido la soledad para leer. Besotes!!!
ResponderEliminarYo me abstraigo tanto que me da igual si pasa por mi lado una estampida de elefantes que no me entero jajaja
EliminarMe pasa lo mismo cuando me pongo a currar en el ordenador. Me pueden llamar mil veces que ni les oigo ;)