sábado, 5 de octubre de 2019

Cumpleaños de Five Nights at Freddy's

Fue un éxito yujuuuu
Este año los niños tenían muy claro de qué querían su cumpleaños temático: de Five Nignts at Freddy's (FNAF), un videojuego de terror en el que unos animatrónicos, en teoría adorables, son poseídos por las noches por las almas de unos niños que fueron asesinados por un guardia de seguridad (el hombre morado) y vuelven para vengarse... matando al guardia nocturno de seguridad de turno, evidentemente.

La pizzería va tomando forma
Que, por cierto, eres tú, el jugador, y deberás defenderte como puedas con tus cámaras de seguridad, tu linterna y cerrando puertas. Cuidadito con las baterías, si se te gastan estás muerto... En fin, como véis una temática muuuuy adecuada para cumpleaños infantiles, en fin, en fin...

Y el mayor problema de todos era que, más allá de ver una foto bastante bastante horrible, yo no sabía nada sobre este juego. Tuve que ir sacándoles información con pinzas para organizar el cumple. Aclaración obvia, ellos no juegan, pero hablan del juego con sus amigos y ven vídeos de otros jugando en youtube para luego seguir hablando de ello con sus amigos.

El escenario
Afortunadamente no les da pesadillas ni lo pasan mal porque, a ver, ejem, los youtubers gamers españoles que ven estos dos piezas siempre están haciendo el tonto y contando tonterías, así que le quitan mucha tensión a los momentos culminantes. Lo sé, los he visto con ellos y, dejando de lado que mis oídos me empezaron a doler de los chillidos histriónicos del gamer, no me dio nada de miedo a pesar de la estética oscura.

Ñam ñam
En fin, volviendo al tema. Que me convencieron enseguida, a pesar de pisar tierras pantanosas, de convertir la casa en Freddy Fazbear's Pizza. Éste año no tenía mucho tiempo para preparar nada porque volvimos muy tarde del viaje a China y me atropelló la vuelta al cole y a la rutina. Así que tiré por la carretera de enmedio y, para empezar, las tartas las encargué, en vez de hacerlas como cada año.

Tartas horribilis
El pastelero flipó bastante con las imágenes elegidas por mis retoños. Es que eran feas, feas, feas... Pero es que nada que tenga que ver con este juego puede ser bonito... Bueno, excepto los peluchillos que encargué en aliexpress para regalar a los invitados, que eran muy monos, aunque un pelín inquietantes.

Los animatrónicos planeando cazar a los guardias de seguridad Fuente: Refuerzo Divertido
Lo del regalo a los invitados fue otro tema candente. Iban a ir niños de 8 y 10 años, sin contar al pequeño hermano de cuatro años de uno de ellos.

Monos a la par que inquietantes
Y no era cuestión de que me llovieran quejas de padres porque sus peques no habían podido pegar ojo esa noche, así que busqué cosillas no muy aterradoras: un peluche llavero de los personajes más famosos, unas linternas led llavero de guardia de seguridad y unos tatus muy majos que se me olvidó darles in situ y que luego he ido entregando a quien me he ido encontrando.

El panel de control
Convertí las habitaciones de los niños en la sala del guardia de seguridad y escondí allí los peluches. Cuando fueron llegando los niños, les di las linternas, apagué las luces, cerré las persianas y les animé a buscar a los animatrónicos antes de que fueran a por ellos.

Al principio estaba hecho una piltrafilla el pobre
La verdad es que hubo un poco de desorganización porque los invitados no llegan todos a la vez y algunos de los animatrónicos los encontraron con la luz del día, pero les encantó el juego, y se llevaron un buen susto con las sorpresitas que les había preparado dentro de un armario (de cada cuarto) y debajo de las mesas de estudiar muahahaha.

Balloom Boy viene a por ti por el conducto de la ventilación...
Una lástima que no se fijaran en los led rojos que metí en los cajones para que simularan ojos malvados.

A oscuras, burcando con una linterna y te encuentras esto jajaja
Tampoco se fijaron mucho en las pantallas de seguridad, con lo que me las había currado. Estaban hechas con el sistema de los libros linternas en los que vas descubriendo el dibujo a medida que pasas un trozo de papel blanco por la superficie como si fuera una linterna. Sólo unos pocos niños repararon en ellas, al menos les gustó bastante, eso sí.

Convertimos la casa en la pizzería del oso animatrónico
La decoración fue, básicamente, las caras de los animatrónicos impresas, globos, serpentinas, unas cortinas hechas con un mantel enorme de papel rojo que compré en el hipermercado de al lado de casa, letras y poco más, pero quedó bastante aparente. Al menos a ellos les gustó y eso es lo que cuenta. 

Se lo pasaron pipa buscando animatrónicos
Sobre todo, les gustaron los cartelitos de las comidas, eso les llama mucho la atención. Parece que les hace más ilusión comer ganchos de foxy que ganchitos, cables que regaliz, mini Freddy's que ositos de goma, pantallas de seguridad que galletas cuadradas de chocolate... ¡Viva la imaginación! Y como siempre, triunfó la bebida azul. La pongo desde que la descubrí preparando el cumpleaños de Clash Royale y se las presenté como elixir, fue la bomba. Y creo que sólo la beben en los cumples de mis hijos así que es un plus más.

El Screaming de Foxy. Fuente: Refuerzo Divertido
Las cortinas rojas y un póster con algún elemento más conformó el escenario donde Freddy, Bonni y Chica tocan, cantan y bailan. Ahí puse la guitarra eléctrica, el micrófono, el órgano y la batería de juguete para el que quisiera emular a estos personajes (Sé que en el videojuego Bonni toca la guitarra y los otros dos cantan, pero ya que tenía esos instrumentos, los pongo y que se lo pasen pipa con ellos).

¡Pillado!
La verdad es que les gustó bastante esta propuesta y estuvieron armando ruido sin pelearse y por turnos un buen rato (alucino, porque ha sido el cumpleaños con menos conflictos de nuestra historia cumpleañera).

¡Secuestraron a Google y lo metieron en el baño!
Lo cierto, es que estuvieron casi todo el rato jugando a su rollo muy animados y los padres estuvimos bastante relajados, aunque Raúl no dejó de hornear las minipizzas precocinadas y de surtir a la mesa cuando se acababa la tanda anterior (otro acierto, a los niños les encantan las pizzas por lo general, así que pasé de sandwiches y aposté por ellas. ¿No estamos en una pizzería del horror? ¡Pues hala!). La verdad es que mi marido cumplió mucho más que otros años y estuvo al pie del cañón y ayudando en todo lo que le pedí. Se ve que me vio muy desbordada. Si no es por él no llego a todo.

Fuente: Refuerzo Divertido
La mala suerte quiso que el más pequeño de la familia se pasara la noche anterior vomitando cada cuarto de hora y que luego amaneciera para el arrastre (yo también estaba para no salir de la cama después de la fiesta nocturna, pero no hay dolor). Entre que había encargado ya las tartas para ese día, que ya estaba casi todo preparado y que los niños tenían mucha ilusión por la fiesta tiré para delante con mucho miedo de que Iván lo pasara mal.

Fuente: Refuerzo Divertido
Una hora antes de que empezaran a llegar los invitados echó toda la comida y yo ya no sabía ni qué hacer con mi vida. El peque insistía en asistir a su fiesta, así que esperó a sus amigos tumbado en el sofá.

Espectáculo de animatrónicos músicos
En cuanto llegaron se empezó a animar. Al principio se arrastraba del sofá a la cama de su cuarto, pero en poco tiempo ya me lo encontré saltando y brincando como uno más. Incluso me confesó que se había comido "un poco" de pizza, unos lacasito... alguna chuche... Ay diosss, ya me temía lo peor de lo peor. Pero que va, se ve que con la energía que estaba gastando el cuerpo decidió quedarse la comida dentro porque no ha vuelto a vomitar (toco madera).

Soplando velitas
Lo mejor de todo fue que Paloma, de Refuerzo Divertido, viniera a echarme una mano y a hacer fotos chulas mientras yo estaba liada. Si es que es más maja... Ella dice que venía a inspirarse para nuevas ideas suyas, ¡como si lo necesitara! Ella misma es una fuente de inspiración.

Se lo tomó con calma
Llegó el momento de las tartas, que a los peques les hizo mucha gracia (a pesar de ser tan feas), de soplar las velas, de cantar a todo pulmón, de dar los regalitos... Y al final los invitados se fueron yendo con ganas de quedarse un poco más y seguir la diversión (eso sí que es un premio a nuestros esfuerzos). Mis hijos estaban muy felices con su fiesta, aunque Daniel la lió bastante buscando atención desesperadamente y en plan adolescente sin causa ni respeto. Como era su cumpleaños, el padre y yo nos armamos de paciencia y no le cayó la regañina hasta que se fueron los amigos. Y porque persistió en su comportamiento.

¡Regalitos!
Entre los dos progenitores recogimos todo a la velocidad de la luz, hicimos una cena rápida y los metimos en la cama a una hora prudente, que al día siguiente había cole. ¡Prueba superada! Ahora a ver que me piden para el próximo año. Aviso de que ya están pensando tema. Que miedito... (Que no sea Hello Neighbor).


5 comentarios:

  1. Feliz de haber hechado una mano aunque solo sea con las fotos!!! Qué curiosidad!!! Qué será al año que viene???

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  2. Feliz de haber hechado una mano aunque solo sea con las fotos!!! Qué curiosidad!!! Qué será al año que viene???

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  3. Felicidades, menudo fiestón! La verdad es que me da un poco pereza que los mios empeicen con peluches mutantes , pero también estoy un poco harta de Mickey... quien sabe, igual hacemos algo intermedio para el próximo año, gracias por la inspiración

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    1. Pues cuanto más tarde empiecen mejor, a mí me tienen hasta el moño de estas cosas tan oscuras, terroríficas y desagradables. Quiero que vuelva la época de los piratas y caballeros buaaaaa. Muchas gracias!!

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