Halloween 2019 en el Parque de Atracciones

Este fin de semana se inauguró la temporada de Halloween en el Parque de atracciones de Madrid con nada más y nada menos que seis pasajes del terror que entran dentro del precio de la entrada. O eso dice la publicidad porque nosotros ni los contamos ni los disfrutamos porque con los niños yo no lo veía.

Quiero y no quiero

Aún así nos acercamos a investigar el de El Viejo Caserón por petición expresa del mayor. En el cartel ponía que no recomendaban la entrada a niños menores de diez años así que pusieron a Daniel en una disyuntiva porque, por un lado quería entrar, pero por otro le daba miedo lo que pudiera encontrar dentro. ¡Vaya atracción que da miedo incluso antes de entrar! Al final le convencí de que no lo hiciera por mi bien. Si lo hubiera hecho la que hubiera vivido una noche del terror hubiera sido yo, pero la curiosidad le mataba y no paró de preguntarme que había en los pasajes del terror.

I love zombies

Yo que soy una madre abnegada me puse a hacer memoria, mucha mucha memoria, porque yo creo que al último que entré fue al primero que pusieron en ese mismo parque de atracciones hace ya tropocientos años. Y si mi memoria no me falla pasábamos alrededor de la cama de la niña del exorcista, huíamos aterrorizados del de la matanzas de tejas, nos encontrábamos de frente con Freddy Krueger y casi nos daba algo cuando se abría la puerta de una jaula y el loco de dentro nos enfrentaba... El peque escuchaba atentamente muy feliz de no haber entrado. Seguro que ahora da incluso más miedo.

Vueloooo...

Nosotros nos dedicamos a pasear tranquilamente por las instalaciones haciéndonos fotos con las horrendas criaturas que lo salpicaban y montándonos en las atracciones de siempre: las sillas, el cóndor, la del pulpo mecánico de Bob Esponja...

Ainss

En esta ocasión probaron una que siempre que íbamos miraban con ojitos curiosos, pero que nunca acababan por entrar. Mola un montón.

La batalla del agua

Los de dentro van en barcas y van disparando cañones de agua a diestro y siniestro. Desde fuera, todo el que pasa puede hacer puntería con los de dentro con otros cañones de agua. Pero cuidado que desde dentro te pueden empapar y hacer huir cual conejo cobarde. Una experiencia muy divertida y empapante. Salieron de allí chorreando pero la mar de felices.

No importaba demasiado porque nos hizo un día de verano y nosotros íbamos de entretiempo y bastante asados. Si a eso le sumamos el cocido que nos acabábamos de meter entre pecho y espada y algunas atracciones mareantes yo no sé cómo no echamos hasta la última papilla. Yo estuve a punto, pero al resto se le veía tan pichis.

Muahahaha

En el plano del parque estaban señaladas las atracciones que habían incluído con motivo de la cercanía de tan terrorífica fecha, pero no explicaba en qué consistía, así que intentamos con una que se llama Nosferatu.

Quiero, quiero y no quiero ainsss

Nos pusimos en una cola plagada de niños, que nos dio bastante confianza, pero nada, cuando abrieron por fin la puerta resultó ser otro pasaje del terror, esta vez para mayores de 12 años, así que la mayoría de la fila acabamos en el cine de 4D que estaba justo al lado.

Nosotros ya habíamos visto la peli que echaban, pero era tan divertida que no nos importó verla otra vez y así no lamentarnos demasiado por haber perdido el tiempo en la otra cola. La verdades que deberían dar más información, al menos en la app del parque.

Por cierto, otra cosa en la que nos la jugó la app fue en la salida de los zombies de Walking death. Se suponía que salían a asustar a la gente a las cinco, según las información de la aplicación, pero allí estábamos bastantes personas reunidas con niños tan atemorizados como emocionados y ni rastro de los zombis.

Los más molones

Cansada y mareada me acerqué a preguntar a la atracción y resulta que ya habían salido a las menos cuarto. Y lo mismo pasaba con la siguiente sesión, pone a las 19, pero en realidad es a las menos cuarto, por si alguien tiene pensado ir.

El plan: mientras se comen a Daniel, nosotros salimos pitando

A mí me sentó a cuerno quemado, pero el más pequeño de la familia respiró tranquilo. No tenía la menor gana de ver a esos atemorizantes zombis. Ni aun sabiendo que son inofensivos actores, porque... ¿Y si de repente pasa como en las pelis y son zombis de verdad? Eeeeh eeeeeh.