De repente me entró un ataque de desesperación causado por la falta continuada de sueño y me puse a llorar como un bebé clamando por un poco de tranquilidad. Daniel dejó de berrear en el acto y de repente me dijo "Mamá no llores, mamá aquí, aquí" mientras señalaba su cama.
Un poco más calmada me acosté a su lado. Hacía unos minutos que se había quedado como un tronco cuando oí gimotear a su hermano. Sacando fuerzas de donde ya no tenía me levanté a darle el biberón. Eran las siete de la mañana y aún no había podido descansar ni un ratito. Más dormida que despierta le enchufé la leche al pequeño y lo tumbé en su cunita en cuanto soltó la tetina. Me dispuse a conciliar por fin el sueño cuando noté que el bebé se removía. Llegando ya al límite, y ahora de verdad, desperté a Raúl y le solté a nuestro hijo sin contemplaciones. "Atiéndele tú que yo necesito dormir". Le costó un poco hacerse cargo de la situación, pero por fin arrancó y se hizo cargo del chiquillo. Yo pude desmayarme en la cama hasta las once. Hora en la que oí cómo se despertaba el mayor. Me levanté sin fuerzas, pero dispuesta a enfrentar otro día agotador.
Raúl tenía que trabajar así que me ocupé de los dos. Me encanta estar con mis hijos. Disfruto jugando con ellos, pero también necesito recuperar algo de sueño... y pronto.
Cielo... que tienes que descansar. No puedo aconsejarte nada, porque mi hermana dormía estupendamente, aunque yo lloraba las 24h...
ResponderEliminarTe voy a contar una anécdota que hizo mi padre. Mi hermana siempre ha comido muy bien, pero de pequeña hasta que la operaron a los 5 años le daba una otitis tras otra y se le llegaron a perforar los tímpanos, después de uno de esos episodios dejó de comer y el pediatra le recetó un jarabe para que le diera hambre. Obvio el jarabe nos daba mucho sueño (yo comía fatal) y cuando empezó a comer bien mi madre se lo quitó.
Pero un día después de una semana en la que había estado sin apenas dormir por la dichosa otitis mi madre pilló a mi padre dándole el jarabe a la hora de acostarle y le dijo: J, la niña come bien, no necesita el jarabe. Y mi padre le respondió: no es para que coma, es para que DUERMA!!! jajajaja
Puf el no dormir es agotador, muchísimo animo! Y q el papi eche una manita por las noches para q sea un poco mas llevadero... Un besazo
ResponderEliminar¡Qué duro! Mucho mucho ánimo, de verdad...Seguro que pronto llega ese sueñecito del tirón...un abrazo!
ResponderEliminarMerengaza, me he reído muchísimo con anécdota. Tienes razón. Necesitos dormir, pero no se me ocurre cómo lograrlo: mi suegra está enferma, mi marido no se entera de nada por las noches, mi madre está lejos, no me atrevo a darle medicamentos para dormir por lo de la cardipatía... Menos mal que me quedo de Rodríguez tres noches. Las aprovecharé al máximo para dormir y cargar pilas.
ResponderEliminarMaría, es agotador sí. El padre echa una manilla. Se queda a Iván hasta las doce, pero dos o tres horas no son suficientes para mí. Siempre he sido una dormilonaaaa...
Laura, ya me quedo tres días de rodríguez y voy a descansar. Aunque no sé, porque voy a echar muchísimo de menos a mis chiquitines.
te consuela saber que existen más hombres que no se enteran del berreo de su hijo a las dos de la mañana?? ni a las cuatro? ni a las seis?? Pues eso, existen. besicos guapa y que aproveches los mini ratitos para descansar !!
EliminarUf, no mucho. Eso significa que eres tú la que tienes que levantarte a atenderlo. Descansa tú también. Llegará el momento que nos venguemos de los peques pasando el aspirador un sábado a las nueve de la mañana jaja
ResponderEliminarufff madre mia,yo solo e pasado malas noches con Jaime,que no dormia!!!y regular hasta los dos años pero no me imagino a dos....suerte y que pase pronto
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