Siempre estoy riñendo a Daniel y, como no quiero que piense que la cosa sólo va con él, he empezado a echar broncas simbólicas al bebé. Sin levantar el tono pero con cara seria.
Mi primogénito está encantado. "Mal Iván, muy mal" le dice cuando se cae algo de sus torpes manitas o le tira del pelo gozoso. Lo normal es que el bebé se ría como un loco e intente repetir la hazaña, por eso no me preocupa traumatizarle ocn esta medida.
En circunstancias normales ni se me ocurriría reprocharle nada a un niño tan pequeño, pero como sé que se lo toma como un juego y al mayor le hace bien ya me ves a mi recriminándole tonterías "Iván no le pegues patadas a tu hermano, no le tires del pelo al gato, no tires el chupeteeee..." "Uuuuuuh, uuuh, uuuuh" me contesta el pequeñín. MientrasDaniel sonríe porque él no es el único que se porta mal en casa.
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