domingo, 15 de abril de 2012

Cómo atraen las atracciones y vacían el bolsillo

Un día decidí hacer algo diferente con Daniel. Algo que tampoco disgustara al pequeño. me pareció buena idea acercarme al pequeño parque de atracciones que hay en la Vaguada.

El niño se volvió loco quería montarse en todo. Y a Iván le gustarón las lucecitas, aunque el ruido no lehizo mucha gracia. El mayor se subió a un avión, a un coche de bomberos, a un autobús... Estaba emocionado. Y mi bolsillo cada vez más vacío. No recordaba que fueran tan caras estas atracciones. Cuando acabé con la calderilla decidí que era hora de irse, pero Daniel tenía otros planes. Una pena para él que su madre aún tenga la fuerza suficiente como para alejarlo de allí a pesar de la inmensa pataleta. Al final le convencí para que dejara de llorar diciéndole que si no paraba ahora mismo no volveríamos jamás. Se pasó todo el camino a casa diciendo "Otra vez en autobús, y bomberos tamén, y avión tamén...a Canarias".

4 comentarios:

  1. jajajaaj que gracioso como quiere volver,pues veras aqui...en sevilla empieza la feria la semana que viene,miedo me da

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  2. Jo! nosotros estuvimos el sábado, qué pena!! ... si le gusta la Vaguada, no te quiero ni contar si vais a una "cafeteria" que está en Heron City Las Rozas, Neverland ... lo conocéis?

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  3. Marietta, sí que es una ruina sight!

    M@rta, no te queda nada con la feria jaja. Pásalo muy bien guapa.

    Sharmila, tiene buena pinta. hay que ir! Incluso quedar algun día y todo jajaja

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