domingo, 15 de abril de 2012

Iván y yo... solos en el parque

El domingo me iba a llevar a los dos príncipes al parque para que Raúl se quedara recogiendo la casa y le cundiera (hay que repartirse las tareas).

Pero, de repente, mi hijo mayor se plantó y aseguró que no quería ir al parque. "Ayudar a papá" explicó. Mi marido me dijo que me fuera sola con el bebé, que ya se encargaba él de Daniel. Así que se quedaron los dos recogiendo mientras yo me iba feliz con el carrito.

Cuando llegué desplegué la mantita en el cesped y deposité a mi benjamín encima con unos pocos juguetes desperdigados. Así pasamos una maravilloso rato. Jugando y riéndonos. Me recordó cuando el mayor tenía su edad y le llevaba al parque.

Disfrutamos los dos del juego y del buen tiempo. Me dio mucha pena no poder hacer esto más veces. Con los dos chiquillos es imposible centrarse sólo en uno. Por otro lado, Iván juega con su hermano y eso es algo que siempre echó de menos Daniel. Cuando era un bebé perseguía a los otros niños para que jugaran con él y le hicieran caso. "Necesita un hermano" me decían todos los que le veían. Y yo estoy de acuerdo. Creo que el pequeñajo ha sido una alegría inmensa para mi primogénito. A pesar de esos tontos episodios de celillos que protagoniza de vez en cuando.

3 comentarios:

  1. si es dificil tener estos momentos,pero lo que tu dices los hermanos son lo mejor que hay :-)

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  2. un hermano es lo mejor del mundo siempre estaran juntos...por mucho que discutan o sean diferentes en el futuro.

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