Madresfera nos invitó a la presentación de un libro al que le tengo muchas ganas: Amor con Ojeras, de Mamen Jiménez La Psicomami. Ya me dio rabia perderme la presentación en la Fnac y ahora Madresfera me daba otra oportunidad. ¡Vaya si la aproveché! Me apunté ipso facto y allí estaba como un reloj el día D a la hora H con mi ejemplar bajo el brazo. Me había costado una poco convencer a mi marido para que lo sacara de su escondite, pero entendió mis razones. Le juré y perjuré que el día de Navidad pondría mi mejor cara de sorpresa cuando abriera mi paquete.
Evidentemente, aún no he podido leerlo porque hasta el 25 de diciembre nada monada, pero sé a ciencia cierta que me va a encantar porque me gusta mucho el blog de la Psicomami y estoy segura de que el libro va en la misma línea. Y encima sobre un tema que interesa mucho: el sexo. Pero no creáis que es un "Las sombras de Grey" Noooooo... Es una guía en clave de humor para recuperar la pasión después de tener un hijo. Porque yo no sé los demás, pero yo tengo clarísimo que los hijos no unen ¡desunen! Necesitan dedicación completa y absoluta durante sus primeros meses de existencia terrena y eso deja muy poco espacio para algo tan importante para la pareja como el sexo. El sexo... y todo lo demás, porque los primeros meses de vida de mis hijos mi marido y yo nos convertimos en compañeros de crianz,a más que una pareja al uso. Porque, seamos sinceros, el amor platónico es muy bonito, pero el carnal lo es aún más. Y lo que antes era normal en nuestra vidas se vuelva escasito e incluso inexistente cuando aparece el churumbel.
Como dice Mamen, el deseo vuelve... pero si lo trabajamos. Esto es como internet, no sólo tienes que estar, te tiene que encontrar. Pues no sólo tienes que esperar a que la líbido se encienda así, solita, sin echar algo de leña y remover las brasas un poquito. ¡Hay que esforzarse!
No podemos pretender que, después de cuidar de un peque que no da tregua, ocupándonos de una casa que se empeña en ser un pocilga en contra de nuestra voluntad, en trabajar y llegar a los objetivos, en según que casos... Y encima, que llegue el momento, acuestes a los peques por fin y ¿¿Que?? ¿¿Cómo?? Que quieres que ahora me ponga a hacer gimnasia erótica. TU flipas. Como mucho "postura cómoda" y tendrás suerte si no me duermo en el proceso. Y él tres cuartos de lo mismo. Aunque tenga, como dice la autora "los webs llenos de amor" también está agotado. Y eso que cuando van creciendo y te van dejando tu espacio se nota que eso de "la pareja" que se había quedando en últimísimo plano va ganado puestos y exige su lugar en nuestra vida. Con toda la razón. No sólo existe la familia. Dentro de ese conjunto tenemos el subconjunto de la pareja y el subsubconjunto del yo, que también hay que mimar de vez en cuando.
La Psicomami ahonda en temas como la cuarentena, que para muchas se convierte en un periodo de mucho más que cuarenta días y no entienden porqué el sexo se ha vuelto algo tan doloroso y frustrante cuando antes era "¡¡¡lirolei liriliruuuu!!!" ¿Qué ha pasado aquí? Bueno, en mi caso un parto natural con desgarro incluido. Y aunque en los cuarenta días, supuestamente se curaron las heridas. Esa zona era material sensible y poco apto a empellones. Hizo falta mucho más tiempo y mucha paciencia y humor por parte de los dos (menos mal que, otra cosa no sé, pero mi media naranja y yo nos reímos mucho). Las veces en la que lo tiraría por la ventana suelen derivarse de nuestras diferencias en la educación de los niños o por su poca empatía a situaciones de agotamiento extremo (en los que, evidentemente, estoy que muerdo de forma natural).
Para la autora, el sexo no se reduce sólo a sacar y meter. Eso es sólo una pequeña parte. El sexo es mucho más y, lo más importante, tiene que ser divertido para ambos. Si no es así, algo va mal. También nos advierte que es buenísimo para la salud. Es fantástico para la piel porque al sudar eliminamos muchas más impurezas, damos brillo a nuestro pelo y si lo haces dos veces a la semana mejora tu sistema inmunológico. Entre muchos más beneficios. Si es que es bueno en todos los sentidos. Eso sí, como con todo, si usamos el sentido común. Otra idea que presentó nuestra ponente: no hay que terminar a la vez. Si él acaba y se acabó... Vaya timo. ¿No? Y, por otro lado, no todo lo que se empieza se tiene que terminar "oblogatoriamente". El tema es pasarlo bien, no estresarse.
Comencemos por querernos un poquito más. Mamen nos dio muchos consejos para llenar de amor nuestros días con pequeños gestos como dar un beso o abrazo inesperado o dejar post it insinuantes en casas que tengan niños que no saben leer o en código encriptado que sólo entienda tu pareja. Y, sobre todas las cosas, hay que resaltar lo positivo de tu pareja igual que haces con tus hijos, aunque quieras estrangularlo cuando la lía con los niños.
También tocó el tema de la sexualidad en los niños. Evidentemente, son seres sexuados desde que nacen y si se estimulan descubren que se lo pasan pipa y les gusta. De ahí que veamos muchos peques con una mano dentro del pantalón como si fuera la cosa más normal del mundo. Bueno, y es que a lo mejor lo es, pero como tenemos que vivir en sociedad y esto no puede ser un viva la vida de dos rombos hay que enseñarles que eso se hace en privado porque los demás pueden sentirse incómodos con esa escena (hombre, si hablamos de nenes de uno o dos años jajaja que gracioso, pero si no les vas dando directrices, me lo veo con dieciocho por el mismo camino y eso ya...). El caso es que es un tema que hay que tratar con naturalidad y no como yo hasta ahora (¡¡¡Quieres dejar de tocarle la cola de una veeeeeez!!! Grrr gruarl). Cambiaremos el chip. A partir de ahora tendré que decirle "Hijo, te entiendo y sé que te encanta tocarle la cola. No es ni malo ni bueno, pero yo no te aconsejaría que lo hicieras en público porque no es educado y puedes hacer que mucha gente se sienta incómoda". Me va a mirar con cara de "qué me está contando", pero con el paso del tiempo me entenderá... o eso espero.
Al final, muchos problemas de sexo, giran alrededor de una mala comunicación, así que hay hablar las cosas, pero no indiscriminadamente. La idea no es echarse en cara todo lo que no nos gusta del otro. Si no comprendernos y encaminarnos hacia una relación más feliz.
Pero bueno, que no soy la experta. Sí queréis saber más leeros el libro. Yo estoy deseando empezarlo.
jajaja que bien !! sexque?
ResponderEliminarEso digo yo jajaja
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