martes, 13 de diciembre de 2016

Respisense

Recuerdo que mis dos churumbeles me daban muy malas noches cuando eran unos bebés. Lo recuerdo con horror. Horas y horas sin dormir y muerta de agotamiento. Pero más miedo me daba cuando no les oía. Muy en contra del sentido común dormía mejor cuando requerían de mi presencia cada poco tiempo durante toda la noche que las poquísimas veces en las que dormían cinco o seis horas seguidas.

Daba vueltas y más vueltas en mi cama agudizando el oído para notar sus presencias. Y si no me llegaba ninguna señal acababa por levantarme a verles. En la penumbra les colocaba un dedo, con muchísimo cuidado, bajo su nariz y comprobaba que respiraban con normalidad. Sólo entonces me volvía a la cama un poco más tranquila y lograba conciliar el sueño un par de horitas antes de despertar de nuevo sobresaltada. Es el miedo al SIDS o Síndrome de la muerte súbita. Pero también era miedo a que le faltara el aire por una laringitis, o que se ahogara por el tema que fuera.

Cuando tienes a tu bebé en brazos te asaltan muchos temores y se agradece tener herramientas a mano que te llenen de tranquilidad. Por eso cuando me dieron a conocer Respisense, volví a recordar esos momentos de angustia y pensé que me hubiera gustado contar con algo así que me permitiera dormir tranquila esas raras noches de paz que me dejaban mis peques.

Esta maquinita muy fácil de usar, que se pone en el pañal del bebé y monitoriza su ritmo respiratorio. Si el chiquillo deja de respirar durante 20 segundos o se descoloca avisa a los padres. Es increíble lo que avanza la ciencia de la salud. Es un aparato pequeño que se puede transportar allá donde vaya el bebé y usar en cualquier momento: por las noches, siestas, en el coche...

De todas formas, siempre hay que seguir las recomendaciones básicas para evitar el Síndrome de muerte súbita en los bebés. Empezando por ponerles a dormir boca arriba y procurarles un colchón firme libre de almohadas, cojines o cubrecamas acolchados. La temperatura de su habitación también es importante. Debemos evitar una temperatura demasiado alta, lo ideal son 18 o 20 grados. Evidentemente, no expondremos a nuestro retoño al humo del tabaco y aconsejan prolongar la lactancia materna lo máximo posible. Un dato que me ha parecido curioso es que el chupete puede ser un elemento que prevenga este síndrome, ya que puede evitar el contacto directo de las vías respiratorias del bebé con el colchón y este hecho disminuye el riesgo de asfixia.

Y lo más importante, consultar con nuestro pediatra a la más mínima duda. La médico de mis hijos piensa que soy una madre bastante histérica, pero siempre ha respondido a mis preguntas con paciencia infinita y me ha dejado muy tranquila en cada visita.

Lo que sí está demostradísimo es que la calma y la tranquilidad son factores muy beneficiosos para la familia.

4 comentarios:

  1. Parece mentira que eso funcione así. Aún así no me fiaría, preferiría tenerlo cerca con la cuna pegada para quedarme más tranquila, porque no sé si eso se puede evitar.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo los tuve cerca de la cama y aún así me incorporaba a ponerles el dedito debajo de la nariz cuando no se removían en mucho tiempo. Como eran unos fieras no era normal. O a mí no me lo parecía. Así que dormía fatal siempre. Que años más infernales. No me quiero ni acordar. A lo mejor con este aparatito me hubiera quedado más tranquila. No sé. Ahora ya es tarde. Mis peques son unos hombrecitos ya <3

      Eliminar
  2. Es una ayuda, ahora nda como poner un dedo en la nariz para ver si respira ¿verdad? jajjaj

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un clásico jajaja
      Y aún lo hago a veces. Lo confieso...

      Eliminar

Me encanta saber lo que piensas.