martes, 14 de marzo de 2017

Parque El Capricho

Como este fin de semana ha hecho muy buen tiempo decidimos darnos una salto a un parque muy curioso: El Capricho, creado por la duquesa de Osuna para su recreo. Es una preciosidad y alberga unos rincones de cuento. Por eso mismo pensamos que les iba a gustar a los peques, pero justo antes de salir Iván nos preguntó si podía llevar la pelota. Raúl y yo nos miramos un segundo y contemplamos la posibilidad de cambiar los planes por el Parque Juan Carlos I que es ideal para niños.

Al final nos liamos la manta a la cabeza y seguimos con la excursión inicial. Al parque Juan Carlos I vamos un montón de veces y a El Capricho sólo han ido de bebés. Así variábamos.

Nada más cruzar los torniquetes que dan acceso nos encontramos con un control. Una señorita muy amable nos pidió que dejáramos la comida en una caja y los juguetes que portáramos en otra. Allí quedaron las galletas y la pelota. Raúl y yo volvimos a mirarnos, pero una vez allí ya no quedaba otra. Encima, Daniel ya se había perdido en la distancia en su afán exploratorio.

El parque es una preciosidad, pero lo tienen como un mírame y no me toques. Lo primero que hicimos fue buscar el laberinto, por supuesto. Con muchas ganas de perdernos en él, pero, cual no fue nuestra decepción cuando lo encontramos cerrado al público. Toda la parte baja del parque está cerrada. Sólo pudimos contemplarlo con los dientes largos desde las vallas. Creo que a la que pero le sentó fue a mí. Con lo divertido que es recorrer los laberintos de setos. ¿Si no se puede entrar para qué lo tiene?

A mis peques se les pasó enseguida. En cuanto se pusieron a jugar con el agua de la fuente y a correr por los caminos buscando tesoros. Les llamó mucho la atención las estatuas y templetes que fueron encontrando. "Mira mamá", exclamaba Daniel, "esto es egipcio. Y eso de allí griego". "Nooo, que es romano", le rebatía su hermano. Justo al lado del templete Romano (O griego¿?) encontró Iván su familia de margaritas. Las señalaba y te iba explicando quien era la mamá, quien el papá, los hijitos... Incluso los bebés. Mientras, Daniel, prefirió acercarse a uno de las fuentes cenagosas a pescar musgo.

En el camino, no perdieron la oportunidad de recoger palos, piñas y todo lo que fuera susceptible de ser considerado un tesoro, que luego yo iba soltando disimuladamente por el camino o se les exigía que abandonaran si veíamos un uso peligroso.

Encontramos un montón de lugares en los que dar rienda suelta a la imaginación: Un palacio (cerrado), una fortaleza sobre el agua (Vaya batalla se montaron), casitas, un embarcadero, enormes cisnes negros, preciosas flores multicolores, árboles curiosos...

No pararon de quejarse de que no les dejábamos jugar porque después de un buen rato de que inventaran sus historias en un lugar les invitábamos a seguir el camino. Por supuesto, se resistían, pero como queríamos comer en casa tenían que ceder.

Por sus juegos y risas cualquiera diría que les encantó, pero, nada más salir tras recuperar las galletas (que se comieron en cuestión de segundos) y la pelota, nos aseguraron muy serios que ese parque era un rollo. ¡¡¡¡¿En serio?!!! Menos mal que hicimos muchas fotos y tenemos pruebas de lo bien que se lo pasaron. pero sí que es verdad que, quizás, se lo hubieran pasado mejor en el parque Juan Carlos I con los columpios, la pelota y el tren. Supongo que El Capricho es mágico, pero para edades menos cortas.








12 comentarios:

  1. Pues sí...¡q pena! q con lo bonito q parece q es, no dejen disfrutarlo.

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    1. Se disfruta, pero el público al que va dirigido no es especialmente el infantil. Yo a los peques los veo muy sonrientes en las fotos y parece que no se lo pasaron mal, pero seguro que se lo hubieran pasado mejor en otro tipo de parque con juegos para niños. Tomamos nota y la próxima vez les llevamos a otro más orientado a ellos. El capricho lo dejaremos para una salida romántica allá por el 2099 jajaja

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  2. Caray con la duquesa, vaya sitio. Menos mal que se puede visitar

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    1. Se puede visitar desde hará diez años o así que lo restauraron y lo abrieron al público. La verdad es que es precioso.

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  3. q bonito el parque!!! aunque vaya pena todo lo cerrado no? sobre todo el laberinto :(
    Y tus peques... yo creo q lo pasaron genial, se vé en las fotos, así ademas ven y conocen otros parques, variar siempre está bien! ;)

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    1. Sobre todo el laberinto sniiiif. Con lo chulo que tiene que ser recorrerlo... Si la que más chafada se quedó fui yo jajaja
      Yo también creo que se lo pasaron bien, pero es verdad que no tuvimos muy en cuenta sus gustos en esta ocasión ;)

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  4. Qué bonito!! pero deberían dejar disfrutar el laberinto de setos. Yo creo que es muy bonito a la vista y como tú dices para más mayores pero para el concepto que tienen nuestros peques de parque no, de ahí que expresaran que era un rollo. Totalmente de acuerdo con ellos cuando no puedes disfrutar ;-)

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    1. Cierto! No tuvimos muy en cuenta sus preferencias en esta ocasión. pensamos que les gustaría conocer un sitio curioso y a veces me olvido que son niños con inquietudes de niños. Pero creo que es una experiencia más que tienen y que a parques para niños vamos casi todos los días jajaja. Eso sí, no quieren volver así que nos despedimos de él hasta dentro de unos años...

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  5. Sí, quizá para los niños es más rollo pero veo por tus fotos que es un parque precioso. Nunca lo había oído. Me lo apunto si voy por la zona.
    Besos

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    1. Es precioso y vale la pena visitarlo. Tienen unos paisajes maravillosos y rincones especiales. Ah! Y mucha historia. A mí me encanta, pero entiendo que no está preparado para niños. Había muchísimos peques visitandolo entusiasmados. Eso que conste ;)

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  6. Me pilla super cerca y no he ido nunca. Es algo que tengo pendiente. Un besote!!!

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    1. Es muy bonito. Pero no pienses en hacer un picnic dentro jjajajaja

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