jueves, 29 de julio de 2010

El encierro






Como Daniel está malito y hace este horrible calor no le quiero sacar a la calle. A ver si se me va a poner peor. Para el niño el encierro está siendo una tortura. Él está acostumbrado a salir todos los días mucho tiempo y airearse. Pero si lo saco al parque corro el riesgo de que se me derrita y si lo llevo a la piscina le acabo de rematar el resfriado. Conclusión: estoy encerrada con un bebé hiperactivo que no hace más que gatear hacia la puerta de la casa. Parece que quiere decir "sácame de aquí".

Le he comprado juguetitos nuevos para que se distraiga, pero aún así el quiere callejear. No entiende que está un poco malito y que le tengo que curar en salud porque este fin de semana le llavamos al pueblo para que se quede unos días con mi suegra.

El 31 de agosto es su último día de clase, pero no el último día de trabajo de su padre, ni de su madre. Así que no queda otra. Cada vez que lo pienso me dan ganas de llorar porque le voy a echar muchísimo de menos. La gente me dice que piense en lo que voy a descansar, aunque en realidad voy a acabar agotada igual, porque tengo que aprovechar para hacer todo lo que la presencia del niño no me deja hacer o me ralentiza, por ejemplo las páginas que tengo que entregar en mi otro trabajo cuando empiece septiembre, limpiar la casa y recoger lo más a fondo que pueda, ir al médico para mí y no al pediatra... Aún así, espero reservar una tarde para dormir. De todas formas le voy a echar de menos horriblemente. Seguro que me despierto en mitad de la noche porque no le oigo.

Si pudiera no le llevaría tampoco a la guardería para que se cuarar mejor, pero allí dicen que el niño está muy feliz y que no le ven que le duela nada. Si no hiciera este calor, que te impide hasta respirar, le sacaría a la calle con el carrito. Le vendría muy bien. Pero con este ambiente sahariano es imposible. En el pueblo le sacaré todo lo que pueda y espero que haga más fresquito para que podamos disfrutar al aire libre con el enano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me encanta saber lo que piensas.