Pruebas de vestuario

Tenemos una boda en ciernes y a mi me da una pereza... La pareja no puede ser más de mi agrado. Una prima de Raúl encantadora se casa con un novio que más buena persona no puede ser. La fiesta en si promete. Aunque me temo que con un bebé de siete meses no voy a poder dirfrutarla a tope. Mis niños son lo primero.

Daniel todavía puedeque aguante algo, pero Iván necesita sus horarios más que comer. El caso es que hay que poner en marcha el proceso: Trajes para todos, menos para Raúl, que se pondrá su "Traje para las bodas, comuniones, bautizos..." ¡Qué suerte tiene los hombres!

En mi caso, he engordado un poquito... ejem, ejem. Y mi ropa no me cabe, así que mis amigas se han puesto en marcha para prestarme sus mejores galas. Los niños también van a ir de prestado. ¡Guapísimos! Ya hemos hecho las pruebas de vestuario. "Os voy a vestir como príncipes" le dije a Daniel. Y él tan contento. Cuando tocó probarse los zapatos que le había prestado, a juego con el conjunto, hubo un momento de "Buf, le quedan pequeños. Vamos a tener que comprarle unos". El chiquitín se quejaba continuamente. Finalmente se los quité y los dejé en un ladito. Le faltó tiempo a mi primogénito para coger uno de ellos, meter la mano y sacar una bola de papel arrugado. "Mira mamá". A mí me entró la risa. Ya sin la molesta bola le volví a probar los zapatos. ¡Cómo brincaba de un lado a otra! Esto es otra cosa. De todas formas, será mejor que lleve unas playeritas por si acaso las llego a necesitar.

Iván también lució las galas con una sonrisa. Están guapísimos los dos. Cada uno con su traje.

Entonces llegó mi hora. Me probé los trajes que me habían prestado y torcí la boca. Me temo que va a ser necesaria una faja estilo Escarlata O'Hara. Daniel no fue de la misma opinión. Me vio tan guapa que él también quería vestirse de princesa "como mamá". Le ignoré durante un rato, pero al final de la tarde accedí y le vestí de princesa con una camiseta mía y algunos accesorios. Se puso muy contento. Y, a decir verdad, también estaba guapísimo con esa facha. Pero a mi niño aún la faltaba algo para que el disfraz estuviera completo: ¡el dragón que rapta a la princesita! Y quien mejor para interpretar el papel que Iván. La verdad es que nos reímos mucho.