Con estos días tan fríos cada vez se hace más difícil quedar con los amigos para ir al parque, así que decidí traérmelos a todos mi casa una tarde. Mi hijo me dio un tirón del abrigo mientras proponía el plan a unas mamás "¿Estas invitando a mis amigos a tomar café a casa?" Me preguntó muy serio. "Si, ¿te parece bien?" le pedí su opinión. "Sí, me parece muy bien" dictaminó igual de serio.
Así que nos fuimos cinco madres y siete chiquillos a mi humilde hogar. Allí ofrecía café a las mamás y juguetes y aspitos a los peques. Menos mal que una amiga previsora trajo bombones, porque con el tute de limpiar la casa no me di cuenta de que no tenía nada con lo que acompañar el café.
Los niños hicieron el bruto todo lo que quisieron y más. Se lo pasaron pipa con la caseta, el tren de Ikea, los legos... Y todo lo que pudieron pillar (que yo creo que fue todo). Hasta Iván tuvo un compañero de juegos. El bebé Mateo, que es un mes más pequeño que él. Se disputaron los juguete con ahinco. Era muy gracioso ver cómo se acariciaban mutuamente y se daban palmitas. Cuando Iván lloraba, Mateo lloraba también por solidaridad. Se ve que mi bebé no es muy solidario, porque cuando le tocada a su amiguito soltar lagrimitas, Iván se Iba a otro lugar de la habitación tan pancho. Batimos todo un record, sólo se oía llorar un niño cada quince minutos aproximadamente.
Lo pasamos muy bien y al finalizar la reunión, ningún niño se quería ir a casa. Buena señal.
Cuando todos sus amigos se hubieron marchado. Daniel se dedicó a pegar los gomets que le había regalado la mamá de Luis encima de los piratas del armario de la habitación de los juguetes. Estaba tan entretenido y concentrado que le dejé hacer.
Cuando terminó había gastado casi todas las pegatinas y cubierto casi todo el dibujo con cuadrados, círculos y triángulos de diferentes colores.
"Pero ahora no se ven los piratas" Observé yo. Mi niño se quedó pensando un segundo y me contestó "Hay que quitar los gomets, mamá". Así que nos pusimos manos a la obra entre los dos para que volvieran a aparecer el barco, el mapa, las calaveras, las estrellas... Nos costó montón despegar las pegatinas. Puedo asegurar que tiene un buen pegamento. Quedaron restos, pero al menos el dibujo del armario se vuelve a ver.
¡Qué valiente organizando una gran reunión como esa!
ResponderEliminarEs un plan estupendo para las tardes frías, a ver si se animan otras mamás también.
Saludos
La verdad es que tengo la gran suerte de poder contar con una habitación de juegos. No es muy grande, pero suficiente para mantenerlos entretenidos toda la tarde jeje
Eliminarjajajaja me hace gracia lo de sólo se oía uno llorando cada 15 min!me parece estupendo que propusieras e hicieras ese plan en casa! ; )
ResponderEliminarEs que niños y juguetes dan como resultado trifulca tras trifulca. Es un hecho comprobado jeje
Eliminar¡Que bien os lo podéis pasar! Eso sí, otro día en otra casa e... jajaja
ResponderEliminarEso, eso. La verdad es que si vamos a casa de otras mamás, pero nunca nos hemos juntado tantos antes.
EliminarLo importante es que os lo pasasteis genial... es lo que tiene el invierno, que las posibilidades de salir se reducen , por no decir que se eliminan de cuajo:)
ResponderEliminarCon este tiempo es mejor estar bajo techo. Cuando salimos a hacer algo acabamos congeladitos.
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