De repente oí el sonido de la flauta que provenía de la habitación de juguetes. "Ya está Daniel interpretando dulces melodías" pensé irónicamente, pero me equivoqué. El interprete era aún más pequeñito. Nada menos que el gran Iván. Tan pequeñito y todo un melómano.
Oye corriendo al conservatorio que apunta maneras!
ResponderEliminarMe temo que es algo pasajero. En breve usará la flauta de espada como su hermano. ¡Estoy segura! :P
Eliminarjajaja que guapo es y quecarita tiene! me encanta Ivan parece de juguete!
ResponderEliminarEstá concentrado dando el concierta jaja
EliminarEs un muñeco!!!
ResponderEliminarTe recomiendo mi libro Àcido Fólico y mi blog, seguro que os saca muchas sonrisas.
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Tu libro tiene una pinta estupenda. Y tu blog también. Te sigo.
Eliminarcon la tirria y odio que le tengo yo!! soy vergonzosa y me quedó marcado y traumatizada cada vez que era éxamen de música y teniamos que tocar, al final prefería un cero, antes de poner a tocarla delante de la clase, uff es pensarlo y me entra el sudor frío...
ResponderEliminarpero está perfecto que a él le guste, y tan peque!!
besotes
A mí también me entran los sudores frío cada vez que me acuerdo del examen :S
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