Me conozco todas las consecuencias nocivas de dejar enganchado al niño a la caja tonta, pero, a veces ¡es imprescindible! Por lo menos a mí me ayuda muchísimo a la hora de bañar a Iván o de acostarlo. Mientras yo estoy dándo el biberón al bebé en su habitación, con las luces apagadas, en silencio y con todo lo necesario para que coja el sueño a la primera y pueda atender al mayor en exclusiva, Daniel disfruta de su Peppa Pig, Pocoyó, Pat el Cartero o similar.
Mientras está absorbido por la pantalla no hace ruido, ni me busca. las veces que lo he dejado jugando acaba irumpiendo a gritos en la habitación y estropeandome la estrategia de inducción al sueño.
Por otro lado, Iván no cena si no es enfrente de sus adorados cantajuegos. Mueve las manitas y las piernas al ritmo de la musica mientras engulle las cucharadas que yo le doy. Si no hay cantajuegos no hay colaboración.
Así que, será malísimo, pero a mí me ayuda. Cuando ya sean mayores y los cuidados sean los mismos será otra cosa. ¡O eso espero!
AYYYYY hija miaaa, yo estoy en las mismas! ni que lo escribieramos nosotros...solo tenemos uno pero sin dibujos o el rayi mac quenn pocas veces lo hace.
ResponderEliminarTengo la misma esperanza que tu ,que no dure toda la vida...:)
besiños y te leo de vez en cuando
yaiza del blog peluchinysuspapis
Estos niños nos vuelven tocas a las mamis jaja
ResponderEliminarAl menos podemos tirar de tele en los momentos más peliagudos.
Te sigo desde este momento. Me ha gustado mucho tu blog.