Seguimos con la operación "¡Fuera chupete!". Esta vez se le ocurrió a Raúl escribirle una carta a Papa Noel y otra a los Reyes Magos muy especiales. Dentro del sobre irían unos chupetes para intercambiarlos por juguetes. A nuestro peque le pareció una gran idea. Ya se veía rodeado de vehículos de emergencias, de la construcción, de espadas de pirata, de herramientas...
Se sentó con su padre a escribir las cartas. Entre lo que aportaba uno y otro al final quedo algo así: "Querido Papa Noel / Queridos Reyes Magos: Ya sabéis que este año me he portado muy bien. No obstante me gustaría tener más juguetes. En el colegio ya duermo la siesta sin chupete y en casa ya dormí un día sin chupete. Si te parece bien, te doy mis chupetes para que me traigáis más juguetes y más regalos. He sido muy bueno este año y he ayudado mucho a papá y a mamá y cuido muy bien de Iván. Quiero buenas cosas, pero que no estén rotas. Un beso. Daniel García Muñoz". Después pegaron un recorte de un catálogo de juguetes y dieron por terminada la misiva.
Daniel les dio una última chupada a los "pitus" antes de meterlos en el sobre y nos fuimos todos muy contentos a echar las cartas al buzón. En realidad, papá rescató los chupetes en el último momento y metió otra cosa, que no sé lo que sería, para que hiciera bulto. Hay que pensar que aún tenemos a Iván y no vamos a tirar los chupetes para comprar otros nuevos. Ya les mandaremos otra carta a los Reyes y a Papa Noel explicándoles la situación. Aunque seguro que ya la saben.
Mi chico mayor no podía parar de correr de un lado a otro en busca de un buzón. Cuando llegamos a nuestro destino se empeño en tirar el mismo las cartas.
Parecía que todo iba sobre ruedas, pero esa misma tarde pidió los "pitus" para la siesta. Por mucho que le explicamos que estaban en el buzón caminos del Polo Norte y el Desierto se puso a berrear como un loco y acabó durmiéndose por agotamiento. Esa misma noche también los pidió, pero se conformó enseguida y se durmió sin llorar.
Sigue pidiéndolos, pero le recordamos que los echó al buzón y se duerme sin ellos y sin perreta. Hay que tener mucho cuidado de poner los chupetes de Iván fuera de su alcance para que no le entren tentaciones. A ver cuanto tarda en olvidarse definitivamente de ellos.
Que de ideas tan buenas tenéis.
ResponderEliminarEsperamos que poco a poco se vaya olvidando de ellos...
Está tan enganchado que le va a costar un poquito, pero vamos por buen camino...
EliminarAiiiiiii q miedo tengo yo!! Tenemos pensado hacer lo mismo estas navidades pero con lo enganchado q esta (y tiene casi 4 años...),se q lo va a pasar muy mal...!;(
ResponderEliminarMucho ánimo y suerte. Ojalá se olvide de él pronto. A nosotros nos está costando un poquito. No es de la noche a la mañana como otros casos que he oído. Al final las mamis lo pasamos tan mal o peor que los peques.
EliminarCon la escusa del chupete os ha colado una carta para papa noel y otra para los reyes jejeje que rico!
ResponderEliminarY cada día se le ocurre una cosa nueva que agregar a la lista para intercambiar por chupetes: una máscara de Spidermán, un dragon, un dinosaurio, una espada de pirata... La lista no tiene fin.
EliminarMuy buena idea... nosotros se lo quitamos cuando cumplio los dos añitos y el día que tocaba revisión le dijo su pediatra bueno daniela esta noche seguro que viene el pajarito que se lleva los chupetes y te quita el tuyo!!! Nos aconsejo q lo intentaramos esa noche.... y así fue aunque tengo que decirte que me dio una pena..... que todavía llevo uno por un bolso jajajaja... un besote
ResponderEliminarQue majo su pediatra. Os ayudó muchísimo. Me alegro de que se lo quitárais sin muchos traumas, por lo menos para la princesita. A las mamás nos cuesta más asumir que nuestro bebé ya no es un bebé. Sight!
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