sábado, 2 de julio de 2016

Arte con colorante y cola

Hace poco vi una actividad muy vistosa en el blog La jirafa. Con tapones grandes, cola, jabón antigrasa y colorante alimentario jirafita hizo unos cuadros preciosos. Y claro, yo también queríiiiiia. Así que, cuando los peques llegaron del campamento, y tras una merienda para reponer fuerzas, les propuse una sesión de arte. Daniel, como siempre, aceptó encantado, pero Iván decidió que él prefería montar épicas batallas con el Lego del Señor de los anillos.

Me senté con el mayor y nos pusimos manos a la obra. Como no encontré tapones grandes usé platos de plástico. Me dejé medio bote de cola rellenando  platos, mientras Daniel hacía versiones abstractas de Mordor, Rivendel, Gondor, etcétera. Sí, son montemáticos. Antes eran las plantas contra zombies hasta en la sopa y ahora le toca el turno a J.J. Tolkien.

El peque era generoso con el colorante alimentario y luego lo removía con alegría con los palitos de los oídos. Cuando hubo terminado sus obras maestras, ¡cinco nada menos!, me las quiso vender a cincuenta céntimos cada una. Otra cosa, no; pero le saca rendimiento económico a todo lo que sale de sus manitas. Regateando, regateando, conseguí que me bajara a dos euros todo.

Cada uno se fue por su lado, yo con mis obras de arte recién adquiridas para colocarlas en lugares prominentes de la casa y él a guardar su tesoro. Nunca mejor dicho.


4 comentarios:

  1. Nos vas a sacar un Picasso al final !! :)

    Es una actividad muy divertida!

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    1. Todo lo que sea guarrear... jajaja
      Yo creo que voy a sacar un negociante capaz de venderte cualquier cosa ofú

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  2. Me había perdido yo este post, con lo que me he reído, jajaja. Qué buenas obras de arte te llevaste, qué bien vende y que bien regateas, jajaja

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    1. Es terrible este chico jajaja
      Muchas gracias por la idea. Se lo paso genial :D

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