San fermines improvisados

El jueves fui a buscar a mis hijos al campamento más feliz que una perdiz cuando me encuentro un inquietante cartel en la puerta: "El viernes celebramos San Fermín. Hay que traer camisetas blancas, pañuelos rojos y periódicos blablablabla".

¿¿¿Quéeeeee??? Nole, nole, sile. Al menos tenía los periódicos, pero ¿¿¿de dónde saco yo el resto del equipamiento?? El monitor intentó consolarme un poco. "Mujer, si el pañuelo es naranja tampoco pasa nada. Y si la camiseta lleva dibujo da igual..." Pero si es que ni sin dibujos ni con dibujos. Hace siglos que no les compro una camiseta blanca a mis churumbeles. A veces tiene alguna heredada. Pero la experiencia me dice que son mejores los colores oscuros para disimular esas manchotas no identificadas que aparecen como arte de magia y que son imposibles de eliminar totalmente. Dejan una sombra que en las camisetas blancas resaltan como si fueran fluorescentes. Y también me dice que son mejores los colores brillantes y chillones para mejor localización de los torbellinos en medio la operación parque. Levantas la vista y ese punto amarillo flourescente que corre como un loco entre los arbustos es tu hijo. te da una tranquilidad que no veas.

Pero al tema, que me disperso. El caso es que esa tarde me surgió ua merienda en casa de unos amigos y no iba a perder un plan estupendo por un cartel en una puerta. Ale, ale. A pasarlo bien, luego corriendo a casa, cenas, dientes, cama... ponte a currar. Total más de las doce. ¿Me voy a poner ahora a buscar pañuelos rojos? Anda, anda. A dormir que mañana será otro día.

Y bién rápido que llegó la mañana. Hubo que tomar decisiones dificiles (camiseta roja de mis amores que tanto me gustaba, nunca te olvidaré), estrujarse los sesos (una camiseta interior para iván y una cutre camiseta mía de tirantes para Daniel) y hacer algo de manualidades (pegamos los periódicos para que no desenrrollen, que ya sabemos para que los quieren, ¡como arma contundente!, ainss, y recortamos camiseta roja para pañoletas estilo naif, buaaaaa).

Listo, dos sanfermineros con ganas de mucha juerga y de descargar su emoción desmedida golpeando toros falsos en el campamento. "Pero no seáis brutoooooo", "Que no son de verdad mamiiiii. No pasa nada" Ainsss.

Pues vaya periodicazos que me comí yo durante todo el camino hacia el campamento. No envidio nada a los monitores toro. Deberían pagarles un plus de peligrosidad. Pobrecicos míos.