Este año los chicos de la familia se lo han currado y han ido auténticos al mercado medieval de Covarrubias. En mi caso, tenía ropa que podía dar el pego, así que no me animé a comprarme un vestido más realista, como ellos.
El pueblo se presta a este tipo de eventos porque el estilo de las casas, los empedrados, la colegiata y el torreón ya te trasladan a otra época por si solos. Imaginaos con todas las calles repletas de puestos artesanos, juglares, guerreros malencarados, curas simpáticos, damas y aldeanas dicharacheras y templarios armados hasta los dientes. ¡Todo un espectáculo!
Puede sea amor de madre, pero me dio la impresión de que los peques llamaban poderosamente la atención de los turistas con sus capas al viento y sus espadas customizadas. Las capas les duraron dos horas puestas, porque con el calor que hacía, decidí librarles de ellas en cuanto pude convencerles de que sin ellas estarían más cómodos. ¿Qué como lo conseguí? Un niño no se deshace de una capa así como así, pero si está en juego una atracción de feria medieval la cosa cambia. Les hice ver que estarían más cómodos subidos sin la capa.
En esta ocasión no se privaron de nada: Noria, barco pirata, tio vivo... Se montaron a todo durante los dos días que estuvimos en Covarrubias. Todos los chicos de la feria eran muy majos, pero el que más el pirata del barco que se los ganó a base de flus flus de agua. Una de las veces, salieron totalmente empapados, pero felices. "Tormeeeentaaaaa" gritaban sin parar. Y, claro. El señor pirata, que era todo bondad, les daba el gusto. Supongo que le tocó ir a rellenar cuando se bajaron los fieras.
Los peques se empeñaron en hacer luchas contra su padre por las calles empedradas. El progenitor se defendí con su gran palo frente a las espadas de sus churumbeles. Aunque sólo podían dar rienda suelta a la batalla cuando pasaba poca gente. Por eso de intentar no tener más accidentes de los ya previstos. El caso es que cuando se lo pasan tan bien no se quejan aunque reciban algún golpe mal calculado.
De vez en cuando nos encontrábamos con escenas teatralizadas de luchas entre guerreros fornidos o mujeres celosas, música de la época, la charanga, comitivas, juglares, zancudos, cuenta cuentos... No les faltó detalle. Tanto que mis hijos no llegaron a disfrutar de todo por falta de tiempo.
Les faltó asistir a mucho cuentacuentos, al rincón de los juegos malabares para niños y al desfile de zancudos, por ejemplo. Pero no se pueden quejar porque se lo pasaron pipa durante todo el fin de semana. Encima se pusieron gordos a degustaciones porque les ponían ojitos a los comerciantes y a ver quien les decía que no a los minicaballeros: Bollos, rosquillas, garrapiñadas, quesillas... Y yo no probé de nada, porque ya comían ellos por mí y por todos sus compañeros. Eso sí, compré una empanada de pulpo que estaba para chuparse los dedos. Y me quedé con ganas de más delicattesen, pero entre las atracciones, unos instrumentos musicales curiosísimos que les compré (por una vez que no piden armas...) y una par de cosas más me gasté el presupuesto que llevaba para el evento.
A mí me encantaron las bailarinas de la escuela Sol de Luna, que trajeron mucha alegría y color oriental al mercado con unas danzas preciosas que hipnotizaban. A ellos las atracciones claramente. Y a Raúl todo, que para eso es el pueblo de su familia. ¡Nos ha sabido a poco!
Ibais ideales los cuatro!! Me encantan los mercadillos medievales. Hace un montón que no voy a ninguno. Besotes!!!
ResponderEliminarPues ahora es la época. En septiembre tiene el de Ávila y Buitrago :D
EliminarNo te quedes con las ganas que te quedan cerquita!!
Pero qué bien os lo pasáis, bellacos! Me encanta toda la familia, estupendos! :D
ResponderEliminarMuas!
Muchas gracias guapa!!! Es que disfrazados se vive más intensamente jajajaja
EliminarQué divertido!! No os perdéis ni una :)
ResponderEliminarEs que nos encanta la juerga jajaja ;)
EliminarTengo la inmensa suerte de conocer Covarrubias. Es una preciosidad de lugar y que como bien dices de presta a esos eventos porque su casco viejo es una edad media en pleno siglo XXI. Y de tus niños normal, si son guapísimos.
ResponderEliminarUn beso familia desde Asturias
Aaay muchas gracias!!! No hay nada más bonito que te alaben a tus niños jajaja
EliminarY sí que es verdad que Covarrubias es un pueblo precioso precioso. Muchos besos!!
¡Qué chulada! No conocía el mercado Medieval de Covarrubias, tiene una pinta genial! Y vosotros súper integrados! Jajajaja. Moooola!
ResponderEliminarEs muy chulo. Hacen muchas escenas teatralizadas, hay mucho espectaculos de música, baile, luchas... Molaaaa jajaja
EliminarY lo de los trajes es más cosa de mi marido que mía. Le hacía muchísima ilusión
Espectacular mercado medieval que más que mercado es regresión a aquella época...como bien dices la arquitectura, el encanto, etc...ya hace que todo será diferente. Ibais guapísimos y los peques del 10 no me extraña que fueran volviendo cabezas.
ResponderEliminarA nosotros también nos gustan los mercados medievales, no es tan espectacular pero genial para pasarlo bien y hacer algo diferente.
El de Ávila también es una pasada de realista, pero es como dices. Lo importante es pasarlo bien y hacer algo diferente. Viajar con la imaginación ;) Nosotros vamos al que pillamos porque es una época de la historia que fascina a mis peques, idealizada, claro. Aaaay si ellos supieran cómo era en realidad...
Eliminar