Ultimamente Daniel me tira el biberón a la cara. Puede que me esté equivocando y que mi 'compi' tenga la clave del asunto. Como ahora le doy también sólidos para complementar la cena de mi pequeñín, puede que esté exagerando con el bibe-papilla que le preparo. Con esta idea me he pasado a la modalidad Rosana y ahora se lo bebe mucho mejor. El problema es que se sigue despertando de madrugada exigiendo su ración de leche extra. A veces le tenemos que dar hata dos tomas en una noche. Mis compañeras piensan que quizá le esté cebando a leche y cereales.
El caso es que pide hasta cuando se va a la cuna con la barriguita bine llena,así que pienso que pùede ser vicio o que ya se haya acostumbrado a que llora y le enchufamos el biberón. Sea lo que sea, no veo la solución a mi problema. Encima, exponiendo mi caso en la asamblea de padres, es decir, el parque infantil, me han comentado que la mayoría de los allí presentes también le dan un bibe de madrugada a sus pequeñajos. Me dan pocas esperanzas.
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